Es por todos bien sabido que soy fuerte proponente de la dieta carnívora por múltiples razones. A ya casi llegar a 3 años de seguirla de manera semi-estricta, puedo decir con seguridad que me es impensable volver atrás. Simplemente los beneficios son demasiados comparado con otro tipo de estrategias alimenticias—y vaya que he probado muchas. Es por esto que decidí crear esta guía definitiva del porque deberías probar la dieta carnívora—para que te decidas a hacerlo de ya.
Es evidente que aún existe una gran duda de si esta es sólo otra “dieta popular” efímera. En otras palabras, la mayoría de la gente, aun y con bastante información a favor presente (como la ampliamente contenida en este sitio), sigue dudando de si será lo correcto experimentar con este aproximamiento. Realmente, considero que el probar esta dieta, si tu salud y apariencia física son uno de tus mayores intereses—como debería, es una meta que te debes poner de ya, siendo de hecho este el momento perfecto para hacerlo.
Por supuesto, entiendo porque las dudas y la vacilación, yo también, como muchos beneficiados más, las hemos experimentado antes de comenzar. No obstante, hoy vengo a reiterarte que, aunque no creo existe ninguno realmente, absolutamente vale la pena tomar “el riesgo.” Habiendo tantos temas que podría tratar en este sitio, me he centrado fuertemente en este porque verdaderamente ha sido una de las cosas que más han mejorado mi vida en múltiples sentidos.
Ultimadamente, siendo tu desempeño y bienestar mi mayor prioridad, hoy te traigo esta guía definitiva del por qué deberías probar la dieta carnívora con la intención de que te decidas a hacerlo. Ya tu después podrás decidir si te conviene a ti o no, o hasta que punto o cuando te gustaría seguirla—y cuando no. Sin más preámbulo, vayamos a la primera razón: máxima nutrición.
Máxima nutrición
Sin lugar a dudas, el mejor alimento que todo hombre puede consumir, es la carne de rumiante—res cabra, borrego, etc., considerando especialmente nutritivos, sus órganos. Segundo y tercer lugar son tomados por pescados, huevos y lácteos respectivamente, con las plantas, tomando posiciones inferiores en distintos grados, pero todas fuera del podio tanto por disponibilidad, como por densidad y calidad nutricional. Así que si tu dieta está “basada en plantas” puedes estar seguro de que no estás optimizando la eficiencia y efectividad de tu dieta.
Adicionalmente, existen múltiples “gurús” de salud, fitness y/o nutrición que comentan que lo mejor es consumir una amplia variedad de “alimentos” para “nutrir” al cuerpo con “todos los nutrientes que necesita.” Bueno, pues comenzando por la realidad de que en todo individuo, y de hecho en todo animal, el requerimiento nutricional es totalmente contextual, y seguido por el énfasis en que cada especie obtiene su nutrición de forma diferente naturalmente—herbívoros, omnívoros, carnívoros; no podría estar mas en desacuerdo con esta recomendación.
En primer lugar, las recomendaciones dietéticas de ingesta de nutrientes en las que se basan las escuelas de nutrición, y por lo tanto la mayoría de nutricionistas, proviene de estudios considerando una dieta “normal,” es decir, basada en plantas y alta en hidratos; en cuyo caso, como ejemplo, son requeridas amplias cantidades de consumo de vitamina c, potasio, cobre y calcio. Siendo así, estoy de acuerdo que las recomendaciones pueden ser adecuadas, pero en una dieta carente de hidratos, especialmente en aquella mayormente carnívora, las cosas cambian.
Así también, en general, parece ser que el ser humano necesita de una amplia y biodisponible ingesta tanto de proteína como de zinc, hierro, creatina y carnitina; al la mayoría de las personas, especialmente aquellas que siguen las recomendaciones nutricionales convencionales, irónicamente, estar deficientes en estos elementos generalmente; cada uno de estos elementos contenidos extraordinariamente en la carne, y deficientes no solo en la gran mayoría de plantas, sino también en otros elementos “vegetarianos” de origen animal como huevos y lácteos.
Por supuesto, no argumento totalmente en contra del consumo de estos 2 elementos, especialmente al estos ser de origen animal, pero comparados con la carne roja, se quedan atrás. Y ni hablar de otras carnes “saludables” como el pollo, puerco y pescado. Por algo son, a excepción del salmón, por ejemplo, más baratas. Simplemente su calidad nutritiva es sub-par comparada con la carne, y de nuevo, tal vez no en general, pero si considerando los nutrientes necesarios para el humano, además de estos generalmente contener elementos tóxicos como veremos en breve.
Algo en lo que sí son destacados lácteos y huevos, particularmente de estos provenir de animales alimentados naturalmente, y la razón por las que suelo incluirlos en mi dieta regularmente, es su alto contenido en vitaminas liposolubles esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo humano, cuyas no se encuentran por ningún lado en las plantas, o más bien dicho, no se encuentran en su forma final para la que el cuerpo humano está diseñado para poder asimilar.
Escapándosele a la mayoría de nutricionistas que recomiendan una dieta “basada en plantas” y/o “baja en grasas,” las vitaminas liposolubles son vitales para el correcto funcionamiento del ser humano y, sinceramente, no los culpo, al fin y al cabo, de ser correcto el mito de que “somos omnívoros,” esta suposición sería apropiada. No obstante, no lo es, y estas vitaminas son pilares del desarrollo y desempeño correcto del ser humano, desde el sistema cardiovascular e inmune, hasta el osteomuscular y, para desgracia de la la comunidad vegetariana, únicamente contenidas en su forma asimilable en alimentos de origen animal.
Más al punto, a excepción del cacao y coco, por ejemplo, las plantas con alto contenido de grasas las presentan en forma de grasas monoinsaturadas o poliinsaturadas, no tanto como saturadas. Contrario a la creencia popular (algo común en el sector de “nutrición” por una extraña razón), las grasas más saludables para el humano, son las grasas saturadas, especialmente el ácido esteárico; seguidas por las monoinsaturadas, y en el último lugar, y de hecho perjudiciales si se consumen en grandes cantidades, las grasas poliinsaturadas, incluyendo del “saludable” omega 3—y muchas personas suplementando.
En otras palabras, si me preguntaras si recomendaría una dieta cetogénica “basada en plantas,” o Dios no lo permita, “vegana,” mi respuesta sería un enfático “no.” esto, evidentemente por todas las razones ya descritas. De hecho, como ya he descrito en múltiples artículos previos, y como explicaré más a detalles en breve en el presente, de optar por una dieta con contenido en plantas, preferiría que estas fueran reducidas en grasas e hidratos y, en segunda opción, altas en hidratos. Ninguna planta, a excepción del coco y el cacao, posee una proporción grasa ideal que me permita poderlas considerar, esto sin contar que ninguna contendrá vitaminas liposolubles en su grasa.
Por si todas estas diferencias en calidad nutricional no fueran suficientes, una dieta basada en alimentos del reino animal, es la manera más efectiva de minimizar la ingesta de elementos potencialmente tóxicos, especialmente de estos provenir de animales alimentados naturalmente. No obstante, lo mismo no puede ser dicho de una dieta con alto contenido de “alimentos” de origen vegetal, al estos en su gran mayoría contener múltiples elementos potencialmente tóxicos.
Mínima toxicidad
Es por supuesto crucial el estar bien nutrido y todo, pero si tuviera que seleccionar el factor por el que sigo una dieta primordialmente carnívora, y por lo que la recomiendo, sería este en primer lugar—mínima toxicidad, y en segunda instancia el que veremos posteriormente—perfecta digestión. Para hacer más gráfica el porqué de su gran importancia, te cuento mi historia.
Gracias a mi “gusto por la comida” desde muy temprana edad, más específicamente el comer porquerías, la mayor parte de mi niñez la pase con sobrepeso. No era “obeso,” pero si era el “niño gordito” o “fuerte.” Derivado de esto, o más bien del rechazo de una mujer específicamente—ah, mujeres; me decidí a cambiar mi cuerpo, y es que comenzó mi viaje en este mundo de “salud y fitness” de ya más de 15 años.
Sin embargo, en oposición a lo que creo debería de haber sucedido si, adelgacé, pero mi salud se comenzó a ver afectada. Extrañamente, a mayor seguía las recomendaciones de la comunidad de “salud y fitness” en cuanto a dieta, entre más “plantas saludables” y “superalimentos” agregaba, peor me sentía esto, en múltiples aspectos, pero remarcablemente en cuanto a alergias e, suficientemente irónico, deficiencias respecto a ciertos nutrientes.
Desde eczema hasta aquella de los camarones, y ni hablar del gluten, mí organismo comenzó a desarrollar múltiples reacciones alérgicas a distintos alimentos, esto sin contar que mi digestión no estaba por ningún lugar (como veremos en la siguiente sección). Partiendo de esto, decidí investigar qué carajos estaba pasando. ¿Qué no estaba siguiendo la dieta más sana en existencia?
Bueno, pues para no hacerte el cuento demasiado largo, mi camino nutricional comenzó a hacerse uno de eliminación en lugar de inclusión, en el que cada cierto periodo eliminaba uno de los tantos que mi “dieta basada en plantas” requería. Esto se mantuvo hasta que me encontré con la dieta cetogénica y, posteriormente, con su versión más “extrema,” la dieta carnívora. El resto es historia.
La teoría en sí es sencilla. Las plantas, en su mayoría, contienen múltiples elementos dañinos para nuestra salud, por la simple razón de que las plantas, al no poder “escapar o pelear” como los animales, han desarrollado defensas químicas para disuadir a sus depredadores de consumirlas—así es, contrario a lo que los vegetarianos te digan, las plantas también quieren vivir. En otras palabras, siguiendo la ley de la vida de ”la supervivencia del más apto,” en donde la guerra por la supervivencia en el mundo animal es física, en el mundo vegetal la guerra es química.
En todo caso, esas “reacciones alérgicas” que presentamos al consumir ciertas plantas, no es tanto que sea una alergia en sí, sino que nuestro cuerpo no está tolerando el veneno que se le está dando. De nuevo, no es como que necesites incluir una planta específica en tu dieta para ser saludable—ninguna. Por esto me parece increíble cuando “nutricionistas” argumentan que la dieta carnívora “no es buena” al ser una que te “priva”. ¿Mi respuesta es, te priva de que, de veneno?
Existen miles de casos anecdóticos documentados de personas que resolvieron sus malestares, mayormente autoinmunes, al dejar de consumir ciertas plantas o su totalidad. Desde simples “alergias” hasta enfermedades que atentan contra la vida como esclerosis múltiple, esta última siendo una condición que hasta el momento, “no tenía solución,” cuando la solución es sencilla: dejar de consumir toxinas para las que el cuerpo no está diseñado para tolerar. ¿Para que?
Adicionalmente, no es solo que ciertos compuestos vegetales pueden causar enfermedades, sino que también, como parte adicional de su mecanismo de defensa, las plantas presentan elementos que secuestran nutrientes, tanto de los contenidos en ellas, como de los que les acompañan al ser consumidas. Por ejemplo, es bien sabido que el ácido fítico, un antinutriente encontrado sustancialmente en granos enteros y legumbres, reduce vastamente la absorción del zinc en los alimentos que le acompañan. En un estudio la absorción de zinc derivado de ostras consumidas por sí solas, fue reducida drásticamente al acompañarse de tortillas de maíz o frijoles (estudio).
De este tipo de compuestos, conocidos comúnmente como “antinutrientes” existen muchos, variando en impacto y tipo de nutrientes que afectan, pero los hay desde inhibidores de minerales hasta de aminoácidos, en donde puedes consumir cierto alimento de origen animal, y absorber menos nutrientes de este, tanto minerales como proteínas, de acompañarlo de alguno de origen vegetal. En este caso, en tu esfuerzo por añadir una ensalada a tu carne para agregar “nutrientes” o “hacerla más saludable,” sólo estás reduciendo la nutrición general que estás obteniendo. Esto sin contar que la fibra en sí es un antinutriente, y la culpable de que proteínas “se fermenten en el colon,” por ejemplo, al inhibir esta la correcta digestión de las mismas, al, por ejemplo, diluir la bilis y ácidos gástricos; y sin considerar que también absorben, y por tanto, quitan, hormonas vitales.
Por si esto fuera poco, los alimentos de origen vegetal, en su gran mayoría, solo por no arriesgarme a decir que “en su totalidad,” contienen elementos estrogénicos, cuyos, como hombre, o como persona realmente, quieres evitar tanto sea te sea posible. El estrógeno, como todo tipo de contraste en la existencia, tiene su lugar en el cuerpo, no obstante, como todo “balance” natural, no se presenta en proporción 50/50, particularmente si este proviene de elementos externos no bien regulados por el cuerpo como los estrogénicos.
En si, los estrogenicos son elementos que funcionan la función del estrógeno en el cuerpo, pero que no son reconocidos y regulados como tal en el organismo, lo cual deriva en un inevitable desbalance hormonal que trae como consecuencia múltiples condiciones particularmente indeseables en el hombre, esto especialmente sabiendo que el estrógeno suele ir en oposición con la hormona primaria masculina, la hormona que nos hace hombres, la testosterona.
Cada vez que consumo café, el único “alimento” de origen vegetal que ingiero planeada y regularmente—en conjunto con cacao y whiskey ocasionalmente, estoy consiente de lo que estoy haciendo, sabiendo que, de hecho, la mayoría de sus beneficios provienen como respuesta del cuerpo a sus efectos negativos—hormesis, no porque estos sean benéficos en sí mismos. Se que, en ambos casos, como con la mayoría de derivados vegetales, sino es que todos, le estoy dando a mi cuerpo una dosis debilitante que si, puede fortalecerme a largo plazo como el ejercicio, pero que sigue siendo un estrés, una ataque a mi organismo, algo no muy recomendable en ciertas situaciones.
El estrés debería dejarse a las cosas que hacemos, no a las cosas que comemos. A excepción de casos graves en que la medicina puede ayudar a retrasar/ocultar los efectos de alguna enfermedad—todas las medicinas son de origen sintético o vegetal, no veo razón para el consumo de plantas y sus derivados. A fin de cuentas, teóricamente, la ingestión de alimento es con la intención de nutrición, no de desnutrición. Comemos para recuperarnos y fortalecernos, no para darle aún más estrés al cuerpo en adición con aquel al que nos enfrentamos físicamente todos los días, particularmente si realizamos algún tipo de ejercicio intenso regularmente como recomiendo.
Es mi experiencia y la de mucha gente, que el agregar demasiadas plantas altas en los famosos “fitonutrientes” y “antioxidantes,” particularmente en momentos en los que tu cuerpo ya tiene suficiente estrés, como en un periodo de pérdida de peso, por ejemplo, pero realmente creo en todo momento al estos elementos inclusive poder inhibir el desarrollo de masa muscular—ej., se ha demostrado que los antioxidantes obstaculizan las adaptaciones al entrenamiento intenso (estudio), resulta perjudicial al final. Lo mejor es limitar el estrés a aquel ambiental, no nutricional.
Dicho de otra manera, con la única excepción de que estas o sus derivados sean empleados como medicina temporal para tratar alguna enfermedad grave, no le veo cabida al consumo de plantas en lo absoluto si se quiere maximizar el desempeño, salud y bienestar general de una persona. Aún y en el caso de que se implementen como ergogénicos, como es el caso de la cafeína y los hidratos, estos los emplearía sólo de manera esporádica, como en una competición atlética, por ejemplo.
Personalmente, en cuanto a los hidratos, no les “temo” ni mucho menos, pero no los considero como una parte de mi dieta regular. Si salgo a comer unos platillos que los contienen de manera inevitable—ej., pollo a la naranja, no me estreso por consumirlos, no son el peor alimento. Por su parte, en cuanto a la cafeína, simplemente ya me he acostumbrado al hábito de tomar 1-2 tazas de café todos los días, pero estoy consciente de que dejando este “gusto” probablemente tendría una mejor salud y desempeño. Es mi forma de “fumar,” por así decirlo—más por gusto que por salud.
Ultimadamente, los alimentos enteros vegetales, a menos de que sean debidamente procesados, quitan/debilitan—desnutren, en cambio, los alimentos de origen animal, especialmente aquellos mínimamente procesados—ej., bistec cocido término medio en lugar de “bien cocido,” dan/nutren sin quitar nada—fortifican. Todo esto comenzando con la efectividad y eficiencia en la digestión.
Perfecta digestión
Aunado a los efectos de las plantas en cuanto a “alergias” y otras enfermedades, un consumo sustancial de materia vegetal, para el humano, puede tener efectos desde ligeros, hasta desastrosos, en la digestión. Repetidamente, esto debido a que el ser humano ha evolucionado para esperar carne, no plantas, como alimento principal. El ser humano no es omnívoro, y mucho menos herbívoro, sino hipercarnívoro. Contrario a los 2 primeros tipos, nosotros necesitamos de un consumo regular de alimentos de origen animal y, a menos de que podamos diseñar un “alimento” de características similares a la carne, lo seguiremos necesitando por un tiempo más.
Esta experiencia me es muy conocida, al siempre haber batallado con mi digestión en conjunción con los malestares autoinmunes ya descritos al seguir una dieta “balanceada.” La realidad, no es que la mayoría de las personas con un contenido sustancial de plantas en su dieta no padezcan de malestares estomacales a cierto grado, sino que ya los han aceptado como “lo normal.” Bueno, pues yo vengo a decirte, ya habiendo estado de los 2 lados, que no, no es “normal.”
Tener dificultad al evacuar no es normal. Sentir que quieres defecar todo el día, no es normal. Tener que ir a “hacer tus necesidades” más de una vez al día no es normal. Padecer de gases fétidos no es normal. Tener diarrea regularmente solo porque “algo me cayó mal” no es normal. Tener dolor y/o inflamación intestinal no es normal. Tener hemorroides no es normal. Tener acidez y/o reflujo estomacal no es normal. Y todo esto es causado por tu alto consumo de ciertas plantas. Comenzando con tu café matutino, siguiendo con tu ensalada de mediodía, y terminando con tu avena en la cena, todos y cada uno de estos elementos obstaculizan tu digestión en cierta medida.
Si hay algo que es notable es afectado por el único elemento vegetal que consumo todos los días, el café, eso es la digestión. Es evidente que, de no consumirlo, e irónicamente la razón principal por la que lo ingiero, no padecería de “acidez estomacal” y estimulación para “hacer del 2.” Simplemente, la acidez del café, más específicamente su ácido clorogénico, contrarresta la acción del ácido clorhídrico, el ácido natural del estómago, lo que a su vez estimula su liberación. Este mismo efecto, cuyo causa indigestión como todo otro elemento vegetal “ácido», es el que le da el “beneficio” supresor de hambre y estimulante de digestión, ya razón por la que lo consumó durante el ayuno.
Ciertamente, los beneficios a la digestión son los más rápidos y visibles de obtener al cambiarte a una dieta carnívora, esto porque los puedes experimentar desde la primera comida. Verás que, contrario a todas aquellas del pasado con contenido sustancial de alimentos de origen vegetal, no padecerás de reflujo, acidez, pesadez o eructos en lo absoluto, y mucho menos de malestar intestinal o dificultad para evacuar. No tienes nada que perder, pruébalo solo una comida y ya verás. No obstante, allí no se quedan las razones del porqué deberías probar la dieta carnívora.
Óptimo metabolismo
Existen múltiples argumentos sobre lo que es, o que debería ser, un “óptimo metabolismo.” En la comunidad se avientan términos como “flexibilidad metabólica” o “sensibilidad a la insulina.” No obstante, desde mi perspectiva, la definición es sencilla. Un óptimo metabolismo es aquel en el que el cuerpo trabaja correctamente constantemente, sin cambios súbitos y/o acelerados. Un óptimo metabolismo puede obtenerse aun y con la inclusión de carbohidratos en ciertos contextos por ejemplo, pero aun en estos el mismo elemento base se mantiene, un estado cetogénico.
Los seres humanos somos especiales en muchos aspectos, y entre estos se encuentra nuestro metabolismo. Contrario al resto de las especies, tenemos una habilidad remarcable para entrar y permanecer en cetosis. Inclusive, en comparación con el resto de los carnívoros, podemos mantenernos en cetosis aún y ante un relativamente alto consumo de proteínas. Como evidencia, los bebés recién nacidos suelen mantenerse en cetosis aún y ante el consumo de leche materna, la cual posee un considerable contenido tanto de carbohidratos como de proteínas (estudio).
Simplemente, los humanos somos únicos en cuanto a volumen cerebral y derivada asignación de recursos al mismo, de hecho, si tuviéramos que definir que nos caracteriza como humanidad, es esto—nuestra capacidad cerebral. Derivadamente, nuestro diseño, de pies a cabeza, trabaja en torno a esta particularidad, entre ello por supuesto, nuestro metabolismo. Poniéndolo de otra manera, siendo las cetonas un combustible más eficiente y limpio que la glucosa, de no poder nuestro cerebro utilizar estas eficientemente, como ocurre con la mayoría del resto de las especies, probablemente no estaríamos aquí o no seríamos tan inteligentes.
La realidad, a excepción de los humanos, la mayoría de los mamíferos son especies “recientes” por 2 razones que, irónicamente, hacen alusión al razonamiento detrás de nuestra dieta óptima—la que estamos viendo. 1) Nosotros mismos extinguimos a múltiples especies al cazarlas para consumirles, y 2) los animales que no fueron alcanzados por nuestras manos no pudieron soportar las múltiples etapas de era glacial por la que nosotros, gracias a nuestra habilidad para pasar por largos periodos en ayuno mediante el estado cetogénico y nuestra remarcable habilidad de cacería para alimentarnos—inteligencia, si superamos. En todo caso, las especies de animales “originales” evolucionaron, o simplemente se extinguieron—ej., el mamut y el tigre dientes de sable.
De cualquier manera, si pudiéramos argumentar porqué estamos aquí al día de hoy, eso es por nuestra capacidad de entrar y mantenernos en cetosis. Más al punto, si tuviéramos que determinar el estado metabólico ideal de la humanidad basado en el acumulado de tiempo de toda nuestra existencia como humanidad en esta tierra, ese sería la cetosis, y por una buena proporción. Entonces, la misma pregunta se responde a sí misma. ¿A qué estado estamos más adaptados?
Trayendo mi experiencia personal al tema en cuestión, previo a la dieta cetogénica, recuerdo muy bien como me era común experimentar drásticas fluctuaciones de energía, más específicamente, de glucosa en sangre, algo que, después descubrí, desafortunadamente es una experiencia común para la mayoría de las personas. Similar a la situación con la digestión, sencillamente siendo “algo que siempre ha sido,” no conocemos diferente, y hasta que podemos estar “del otro lado,” vivir la manera ideal, es que logramos identificar que como vivíamos antes no era lo mejor. Repetidamente, habiendo estado en ambos lados, puedo decirte múltiples verdades.
El padecer de una hambre tremenda que te pone furioso y/o no te deja concentrarte, no es normal. El temblar y sentirte débil entre comidas, no es normal. El tener una necesidad inmediata de alimentarte después de entrenar, no es normal, y mucho menos esto es antes de ejercitarte. El sentirte extremadamente energético después de consumir un alimento, al punto de perder todo control emocional, no es normal. Contrariamente, el perder toda energía, al punto de que “te podrías dormir allí mismo,” después de comer tampoco es normal. ¿Esto te parece familiar?
Es fácil olvidar las cosas fácilmente, especialmente si la función sensorial introvertida no está en las primeras posiciones de tu personalidad. Similar a el vivir acostumbrado a experimentar drásticos cambios de energía y ánimo siguiendo una dieta con contenido amplío en carbohidratos, a más ya de 4 años en un estado cetogénico casi-perpetuo, estoy completamente acostumbrado a esta “nueva realidad.” Tanto así que considero como cambios notables aquellos que experimento al ingerir una cantidad sustancial de carbohidratos de forma ocasional, y me parece increíble que estos antes me eran algo “usual».
Desde sentirme extremadamente eufórico acompañado de alto calor corporal, seguido de un declive drástico de energía y “motivación” en conjunción con una alta sensación de frío, síntomas de un metabolismo deficiente, son cosas que ya usualmente no experimento, solo cuando, de nuevo, consumo una cantidad sustancial de hidratos, y que me remontan a los “viejos tiempos.” Y bueno, ni hablar de lo que este tipo de ciclos pueden acarrear en materias de composición corporal, más específicamente en cuanto a pérdida o mantenimiento de peso. Si necesitas estar consumiendo energía todo el tiempo para “mantenerte bien,” sabes lo que esto puede acarrear, y contrariamente, es por esto que considero que una dieta cetogénica es perfecta para adelgazar.
Por si esto fuera poco, como ya vimos, el optar por mantenerte en un metabolismo basado en glucosa (hidratos), elevará tu requerimiento, y probable deficiencia de múltiples elementos como la vitamina D3 (en su forma activa: 1,25(OH)2 D), vitamina C, múltiples vitaminas del complejo B, potasio y calcio. De hecho, esta es la razón principal del porque vivimos en una sociedad de suplementación. Si comenzáramos a comer más de lo que debemos—carne, y menos de lo que no—plantas, no habría necesidad de tomar multivitamínicos para “asegurarte” de estar nutrido.
Probablemente la razón principal sea un alto consumo de grasas poliinsaturadas en primer lugar, pero aun y si el consumo de hidratos constante no te da problemas relacionados con el síndrome metabólico (pre-diabetes), es seguro que no estarás manteniendo a tu cuerpo en cetosis. Ahora, si estas en la opción de consumir hidratos de cualquier tipo, o una amplia cantidad de grasas poliinsaturadas, es mucho mejor irte por los hidratos ya que de menos el cuerpo tiene la capacidad de quemarlos, a las grasas poliinsaturadas no—o al menos no sin crear varios efectos secundarios.
Especialmente si ya padeces de alguna disfunción metabólica, como la mayoría de las personas de la sociedad actual, entre las que se incluyen tanto diabetes tipo 2, como Alzheimer, epilepsia y cáncer; no existe mejor dieta que te proveerá de alivio de manera más eficiente y efectiva como la dieta carnívora. Esto porque esta dieta no solo te mantendrá en el benéfico estado de cetosis, siendo esta la versión radical de dieta cetogénica, sino que optimizara aún más tu metabolismo al evitar múltiples compuestos vegetales caracterizados por causar inflamación. La inflamación es responsable de varios efectos negativos, entre los que se encuentran el daño al metabolismo.
Ultimadamente, no existe necesidad de evitar los carbohidratos siempre y para siempre, especialmente estos proviniendo de las fuentes más saludables y si sueles entrenar intensamente regularmente—como ha sido, y siempre será mi mayor recomendación de optimización corporal, pero si es bueno siempre recordar que la cetosis es el estado ideal, la cetosis es el estado natural de la humanidad. Y ahora si, aclarado todo esto, veamos la mejor manera de probar esta dieta.
Cómo probar la dieta carnívora
Centralmente, carne e hígado de res es todo lo que necesitas para ser “fuerte y saludable’‘, pero entendiendo que esta fórmula puede “no ser para todos,” existe otra opción más “viable,” y esa es aquella de la dieta de “bistec y huevos.”
La dieta de “bistec y huevos” significa lo que se entiende, es una dieta que consiste en la ingesta de solo carne de res, huevos y mantequilla. Originalmente la carne de res es incluida en forma de bistecs, pero realmente puede ser empleada cualquier forma de esta—molida, cocida, hamburguesas, etc. No obstante, es importante remarcar que, para que esta dieta tenga el efecto deseado, será necesario eliminar también otros elementos “carnívoros” que pudiesen afectar tus resultados, como pollo, puerco, lácteos y pescado. Trata de mantenerla lo más esencialista posible.
Comprométete a mantenerla de manera mayormente estricta por lo menos 30 días, idealmente 90. Ya de allí podrás agregar otros alimentos, especialmente aquellos carnívoros como los lácteos y la miel de abeja, pero también frutas y tubérculos, y ver que tal te caen y te sientes. De hecho, durante los primeros 30 días, si no te caen bien los huevos, o simplemente no te gustan, puedes fácilmente limitarte a pura carne de res. Repetidamente, una deficiencia nutricional es improbable, el consumo de hígado y/o huevos es solo para “asegurar” que esto no suceda, pero realmente existen casos de personas que han pasado años consumiendo solo carne de res sin problemas.
Asimismo, en la etapa inicial, por lo menos los primeros 30 días, no recomiendo “contar calorías” ni tratar de controlar tu ingesta, sino comer tanto como tu hambre te indique. Derivadamente, si sueles ayunar, puedes seguirlo haciendo, pero no es una necesidad. En este periodo inicial, para facilitar la transición, come cuanto y cuando lo necesites, ya después podrás modificar en base a tus metas.
Adicionalmente, aunque probablemente más “incómodo” inicialmente, recomiendo que pases a esta dieta de manera drástica, no gradual. Esto para que puedas disfrutar de sus beneficios a la brevedad y no, al seguir incluyendo plantas o lácteos, por ejemplo, tomes una mala idea de que “tal vez no esté funcionando.” Para poder evaluar de manera clara un experimento debes reducir la mayor cantidad de variables, lo que en el caso de esta dieta se traduce a solo consumir carne, con la adición opcional de huevos y/o mantequilla.
En síntesis, para probar la dieta carnívora, solo necesitas consumir carne de res, este es el único requerimiento. Si te sientes aún con hambre después de comer, agrega más grasa a tus comida para la otra, ya sea en cortes de carne de contenido graso más alto—rib eye, picanha, new york, chuck eye, etc.; o colocando un cubo de mantequilla encima de tu corte de carne una vez esté ya cocido, siempre prefiriendo la primera opción por sobre la segunda, especialmente si no se tiene acceso a mantequilla proveniente de animales de libre pastoreo—alimentados naturalmente.
Ultimadamente, no se trata de que elimines todas las plantas de tu dieta “para siempre,” a menos de que esto en tu caso sea necesario, algo que sería extraordinario. Sino de que sepas que la carne debe ser la base de tu estrategia alimenticia, no las plantas como actualmente se comenta, y ya de allí agregar otros elementos, desde plantas hasta pescado, huevos y lácteos. En otras palabras, no todos debemos evitar las plantas, y mucho menos consumir algunas de algún tipo en específico, pero todos debemos consumir carne regularmente, y de hecho, idealmente, diariamente. La realidad es que tú, como el resto de los humanos, lo quieras o no, eres carnívoro. Optimiza tu cuerpo.
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31 comentarios en «La Guía Definitiva Del Porque Deberías Probar La Dieta Carnívora —Y Cómo Hacerlo»
Alex. Antes que nada te agradezco de corazón por tanto valor que das gratuitamente en este blog. Es realmente una obra filantrópica.
En segundo lugar, si me permitís, tengo una consulta. Para ponerte en contexto mido 1,90CM, peso 73KG, y soy ectomorfo. Me cuesta demasiado ganar peso.
Lo de los huevos ya lo hago todos los días, me hago un revuelto con la mantequilla, y por lo general lo acompaño con pollo, rara vez incluyendo carnes rojas. Si que consumo muchísimo brócoli o espinaca en todas las comidas, dado que hasta hoy creí que era lo más sano.
Mi pregunta es, ¿es la dieta del bistec con huevos ideal para ganar masa muscular? porque es mi principal objetivo. Te consulto porque veo que lo enfocas más bien a perder peso, cosa que realmente en mi caso en particular sería lo último que necesito.
Una vez más, muchísimas gracias por todo.
Fuerte abrazo.
Gracias Gabriel.
La dieta de bistec y huevos puede emplearse para ganar peso, como cualquier otra dieta.
Definitivamente te recomiendo intentarlo al ser, creo yo, la manera mas saludable de hacerlo debido a los múltiples puntos en este articulo descritos. Sin embargo, no es «necesario,» por lo que si no te es posible ganar peso con esta dieta estricta, siéntete libre de agregar otros alimentos, entre los que te recomiendo la leche entera y miel de abeja – preferentemente ambas de buenas fuentes no comerciales, y ya de allí aquellas plantas mas saludables si las necesitas.
Eso si, no existe necesidad alguna, especialmente si quieres ganar peso, de estar consumiendo brócoli o espinaca.
Saludos.
¡Perfecto! Muchas gracias, Alex. Tomé nota de todo.
Un abrazo grande.
que mantequilla recomiendas ? se puede consumir leche en polvo ?
Últimamente suelo consumir de la mantequilla Kerrygold.
Si puedes consumir leche en polvo, pero fíjate en los ingredientes – entre menos mejor. No obstante, no veo la necesidad, mejor de la fresca y natural.
Por cierto que pasa con el acido urico ?
Nada. Que el comer carne lo sube es un mito.
De hecho, lo pueden afectar mas los hidratos altos en fructosa, por ejemplo.
Mas específicamente, la resistencia a la insulina.
¿Conoces a Aajonus Vonderplanitz? Promueve comer carne cruda, la verdad, llevo bastante tiempo comiendo algunas comidas crudas y nunca he estado tan bien.
Hago dieta carnívora, pero añado leche cruda y queso de leche cruda.
Se puede comer carne cruda. Personalmente no lo hago (prefiero mis bistecs por lo menos «sellados»).
Lácteos crudos están bien si te caen bien.
Para cuándo un artículo hablando sobre el p3n3? Cómo cuidarlo,como ejercitarlo correctamente,como tener mejor s3x0 etc.
Si,sí yo sé que es un tema atrevido pero vamos que nuestro amigo también es importante en la vida de un hombre.Saludos
Gracias por la sugerencia.
No es un tema de mi interés.
Saludos.
ando buscando recetas para comidas carnívoras para toda la Semana? cuales recomiendas, que cortes en especifico y los comes solos o con acompañamientos de algo?
Antonio
Es simple:
Molida.
Ribeye.
Picana.
Newyork.
Sirloin.
En cuanto acompanamientos/suplementos: pescado, mariscos, huevos, queso, etc.
Saludos y exito.
que tanto recomiendas los edulcorantes? estoy pensando en sustituir el azucar por splenda pero no estoy muy informado del tema
Lo ideal es no consumirlos, pero son mejor que el azucar.
Yo mismo los consumo de vez en cuando, aunque trato de minimizarlo.
Saludos y exito.
Con la dieta carnivora no necesitariamos suplementarnos con vitamina d,k y e ya que solo comer carne no suple ese deficit nutricional
Con vitamina E definitivamente no.
La vitamina K se puede encontrar de manera sustancial en el hígado de res, la mantequilla y los huevos. Si la carne proviene de animales alimentados naturalmente, mayor será su contenido de esta vitamina en la grasa.
En cuanto a la vitamina D, depende mucho de tu exposición regular a la luz solar y tu tono de piel. A menor exposición y/o mas oscuro el color de tu piel, mayor la posibilidad de que se necesite suplementar.
De cualquier manera, este tipo de dieta, debido a mantener el estado de cetosis, optimiza la conversión de vitamina D en su forma activa, por lo que el requerimiento será menor.
En síntesis, tener un suplemento de Vitamina D3 a la mano, y tomarlo de vez en cuando, puede no sea necesario, pero estaría bien para «asegurar».
Ok,dices q con vitamina e no es necesario suplementarte,pero yo estoy haciendo la dieta bistec y huevos en parte, estoy haciendo 2 comidas una a las 10am y la otra 7 o pm que es cada comida de
6huevos- 400gr de carne molida y me estoy suplementando con green pastire cod liver y factor x de mantequilla 4 capsulas,6 capsulas de higado de res de ancestral supplements,ya que me es mejor suplementarlo q comerlo y entorno a litro y medio de agua gerolsteiner y 10gr de sal redmont el tema es q 12 huevos llevan muchas grasa poliinsaturadas en torno a 10 gr d omega 6 y he leido que suplementandote con vitamina e al consumir mucho omega 6 evitas la peroxidacion d estas grasas poliinsaturadas,entonces como ves tu esta dieta y si con lo que estoy consumiendo y suplementando ya me va bien.
gracias x todo eres un makina
Diego, perfecto tu protocolo – inclusive mejor que el mío. Te felicito.
Es cierto que la vitamina E puede evitar la peroxidación – los estudios son contradictorios, pero no es solo este proceso lo que hace un exceso de consumo de grasas omega 6 potencialmente perjudiciales, lo mejor es evitar su consumo excesivo.
Preferiría verte limitando tu consumo de huevos a aquellos de «libre pastoreo» – mas caros, pero mas sanos.
Ya si quieres asegurarte de consumir la cantidad de grasas polinsaturadas mínima, lo cual es lo ideal, reduce/remueve los huevos de la dieta y cámbialas por una porción extra de carne. Para calorías extra, si las necesitas, solo añade mas mantequilla o sebo de res.
Te comento, personalmente consumo 4 huevos al día, usualmente comerciales – relativamente altos en omega 6. Mi meta a futuro es limitarlos a aquellos de libre pastoreo o removerlos por completo.
A final de cuentas puedes incluir la suplementación de Vitamina E para «asegurar» y ver como te va, pero te repito, yo mejor me iba por reducir el consumo de omega 6 en primer lugar.
yo estoy comiendo dos platos , 250 gramos de carne y 6 huevos en la manana y en la tarde lo mismo , todo eso cocinado con mantequila , eso es lo que mi dinero me alcanza, que me recomiendas ?
Para corto plazo tu protocolo esta perfecto, especialmente si sustituyes unos cuantos huevos con unos de «libre pastoreo.»
Para largo plazo te propongo 350 gr de carne con 4 huevos en la mañana, y en la tarde 350 gr de carne.
La otra opción, y la que pienso seguir en el futuro personalmente por su sencillez, es simplemente 1kg de carne diariamente – 1/2kg en la mañana y 1/2kg en la tarde.
De esta manera estarás consumiendo una cantidad similar de proteína, pero con un menor contenido de omega 6. Para nutrientes, puedes substituir una porción de carne por hígado de res una vez a la semana, pero un tu caso que ya te estas suplementando no lo veo necesario.
ok broo , por cieto es normal que te duela la cabeza , que tengas falta de energia o problemas estomacales ? apenas tengo un semana haciendo esta dieta
Si, es normal durante el periodo inicial.
Pasara en unas 2-4 semanas. Valdrá la pena al final.
Eso si, asegúrate de ponerle suficiente sal a tus comidas. No la limites – al gusto.
Hola como verias esta dieta,desayuno comida y cena con mismos alimentos,entrecot de ternera 200gr 3 huevos y 30 gr de queso pok de oveja de leche cruda.En total seria 600gr de entrecot,9 huevos y 90 gr de queso de oveja,suelo meter el queso para variar y tener una fuente de calcio,ya se que el aceite de coco no es de produccion animal pero lo tomo con cafe unos 10gr y con proteina de colageno despues tambien me suplemento con vitamina d y magnesio
Diego
En cuanto a calidad perfecto.
En cuanto a cantidad desconozco.
Todo depende de tu meta actual y tipo de entrenamiento.
En el libro y estos artículos vienen ambos bien descritos.
Saludos y éxito.
Hola Alejandro,
Me encanta tu contenido. Llevo 10 días con la dieta carnívora alimentadome a base de carne, visceras y marisco. Me ha pegado un bajón terrible de energía, estoy cansado y aletargado todo el día que podría hacer para mitigar o erradicar totalmente estos síntomas, ya que prácticamente no puedo entrenar crossfit o ir a correr. Tengo los niveles de energía por los suelos.
Muchísimas gracias
Hola Borja
Gracias por el comentario.
Es parte normal de la transcion debido a una dehidratacion ligera y cambio en sustrato energetico – hidratos a grasas.
Te recomiendo tomar agua con un poco de sal, especialmente antes de entrenar, asi como tambien citrato/glicinato de magnesio antes de dormir para facilitar el proceso.
De alli en fuera, solo queda resistir un poco mas para que la adaptacion tenga lugar. No deberian pasar mas de 2-3 semanas para que ya te sientas igual que antes o mejor.
Saludos y exito.
Hola Ale, consulta, que opinas del exceso de hierro?? Esta bien 1kg de carne al día dividido en 2 comidas , mas 8 huevos enteros y manteca ghee? Soy hectomorfo me cuesta mucho subir de peso.
Hola Leonardo
El exceso de hierro es un mayor peligro cuando este proviene de fuentes vegetales – harina fortificada, por ejemplo.
El hierro proveniente de alimentos de origen animal es facilmente regulable en el cuerpo, por lo que no posee un riesgo mayor.
De cualquier manera, puedes donar sangre de vez en cuando si quieres evitarlo, aunque no lo considero necesario si no consumes alimentos altos en hierro de origen vegetal.
Saludos.
En cuanto a lo perjudicial del omega 3 y grasas polisaturadas, entonces comer pescado tampoco es saludable? tienen contenido de omega 3.
Hola Leonardo
Es saludable en moderacion, especialmente si el resto de los alimentos grasos consumidos proviene de alimentos bajos en omega 3s.
Lo limitaria a una porcion de pescado graso a la semana, por ejemplo. Solo asegurarse de que sea pescado salvaje, ya que estos tienen un menor contenido de omega 6.
Saludos.
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