Cómo Minimizar La Exposición Al Estrógeno —Y Los Peligros De No Hacerlo

Minimizar exposición al estrógeno

Por primera vez en toda la historia, vivimos en lo que me gustaría denominar como la “generación estrogénica”—de otra manera conocida como la “generación de los niños soja.” En donde todo se ha confabulado para disminuir la masculinidad de la población en general. Y no solo de manera psicológica, sino también física. De aquí la importancia de aprender el cómo minimizar la exposición al estrógeno, de cuyo estamos rodeados actualmente, y los peligros de no hacerlo.

Hasta hace unos días, la gravedad de esta realidad me era desconocida. Si, había escuchado que no era bueno usar artículos de “cuidado personal” comerciales porque contenían sustancias potencialmente dañinas que pueden ser absorbidas por la piel, que no era bueno beber de botellas de plástico por el BPA, que la soja es algo que todo persona debería evitar, y que las plantas, en general, no son tan buenas como nos cuentan, pero no estaba consciente de lo difícil que es minimizar la exposición al estrógeno aun y cuidando nuestra alimentación—hasta en la agua “potable” se encuentra.

Simplemente, tras haber aprendido más sobre esto, me he puesto a pensar si esto es en verdad la raíz de todos los problemas de salud de la población general actual, pero en particular en materias de emasculación, cáncer, y obesidad, siendo la alta ingesta de grasas poliinsaturadas omega 6 su mayor competencia potencial. Tal vez los hombres ya no tienen tanta ambición e impulso porque sus hormonas están por los suelos. Tal vez la gente obesa lo está así porque es algo que sus altos niveles de estrógeno fomentan. Tal vez el minimizar la exposición al estrógeno debería ser nuestra mayor prioridad.


Generación estrogénica

Hombres soja

Que diga que estamos en la “generación estrogénica” no viene de manera ligera, y no es una manera de tratar de denominar algo subjetivo y conceptual, sino literal. Literalmente nos encontramos en una época única en la que estamos rodeados de estrogenicidad por donde quiera, tanto de manera física como política y de ideas, argumentativamente siendo estados dos últimas fomentadas por la primera, debido a que, como veremos más adelante, altos niveles de estrógeno en el cuerpo pueden modificar el funcionamiento del cerebro en esta era y las venideras.

Lo más triste de esta situación es que la alta exposición al estrógeno, que ya nos parece normal, ha sido causada en primer lugar puramente por ganancia económica—de ciertos individuos, y en segunda instancia, no se trata de algo que apenas se esté suscitando, sino que se ha estado “cocinando” desde décadas atrás, siendo lo más afectados la generación “millennial” y, si no lo cambiamos y/o nos informamos, también las venideras. Esto mayormente porque esta problemática tiene su razón mayormente en la industrialización.

En adición al estrógeno animal natural que obtenemos al consumirlos o su leche, centralmente existen 3 tipos de “estrógenos” exógenos (fuera del cuerpo) a los que podemos estar expuestos todos los días dependiendo de nuestra dieta y estilo de vida: fitoestrógenos, micoestrógenos y xenoestrógenos. Estos, son particularmente dañinos debido a su importante diferenciación contra el estrógeno animal: el cuerpo humano no ha evolucionado para estar expuesto a estos de manera sustancial, y mucho menos con respecto al último tipo, a cuyo podemos hacer acreedor de su creación al humano—han sido sintetizados. En otras palabras, estos 3 tipos de “estrógenos exógenos,” no son realmente estrógenos, sino estrogénicos

Para evitarnos definiciones largas y complicadas, los estrogénicos no nos son naturales porque no son estrógeno en realidad, sino que imitan la función estrogénica en nuestro cuerpo. El fitoestrógeno proviene de las plantas—uno de los cuantos fantásticos “fitonutrientes,” el micoestrógeno proviene de los hongos, y el xenoestrógeno proviene de compuesto sintéticos, mayormente derivados del petróleo y creados por la humanidad como sustitutos más rentables de metal, vidrio, fragancias, colorantes, y saborizantes—en adición a las pastillas anticonceptivas. 

Jabones, champús, desodorantes, acondicionadores, lociones, perfumes, detergentes, plásticos, y hasta el agua que bebemos diariamente, más probablemente que no, contienen algún tipo, o varios, de xenoestrogeno (fuente). Por otro lado la soja, la linaza, y todos los granos contienen fitoestrógenos y/o micoestroegenos a cierto grado—particularmente los primeros 2. Y, por si fuera poco, los animales comerciales, de ser alimentados con granos y/o semillas—lo cual es la norma en lugar de la excepción, almacenan los estrogénicos contenidos en sus “alimentos” en el tejido adiposo—como nosotros. Por lo tanto, al consumirlos, acabamos recibiendolos también nosotros.

De hecho, esta es la razón principal para consumir alimentos de origen animal de libre pastoreo. Verdaderamente no existe razón para preocuparse de consumir demasiado estrógeno natural animal—cuyo es bien regulado por el cuerpo y viene contenido en cantidades mínimas (estudio ,estudio), pero definitivamente tenemos que preocuparnos por los otros 3 contenidos en ellos debido a una mala “alimentación”—mediante granos y/o semillas. Esto debido a que los granos, además de su contenido natural de fitoestrógeno—particularmente excepcional en soja y linaza, son usualmente rociados con pesticidas que contienen xenoestrogeno—ej., atrazina (estudio) y, al ser almacenados por largos periodos de tiempo, más veces que no, generan hongos con su correspondiente micoestrógeno.

Por lo tanto, en cuanto alimentación, si consumes “alimentos” comerciales de cualquier tipo, pero particularmente aquellos procesados de origen vegetal—cuyos son rociados con xenoestrógenos adicionales para aumentar la palatabilidad y duración del producto en adición a su contenido de fitoestrógeno y/o micoestrógeno, puedes asegurarte de que estas haciendo todo lo contrario para minimizar tu exposición al estrógeno de manera regular, lo cual deriva en los efectos secundarios correspondientes de hacerlo (estudio). Y de utilizar artículos comerciales de “cuidado personal”—jabones, desodorantes, pastas dentales, detergentes, perfumes, etc.; ni hablar. 


Efectos estrogénicos

Efectos estrógeno

Entre los efectos inmediatos de no minimizar la exposición al estrógeno se encuentran, además de aquellos asociados con la perturbación hormonal—feminización, ginecomastia (“tetas de hombre”), desarrollo sexual tardío en hombres y prematuro en mujeres (estudio), bajos niveles de testosterona (estudio)—y los malestares que le acompañan, resistencia a la insulina (estudio), obesidad, y hasta cáncer—particularmente de seno, próstata, y testículo (estudio, estudio, estudio, estudio, estudio, estudio).

Por si esto fuera poco, se ha comprobado que el no minimizar la exposición al estrógeno puede causar ansiedad y depresión, particularmente estudiado en ftalatos (estudio, estudio), BPA (estudio, estudio), y anticonceptivos—conteniendo EE2 (estudio) , pero mi apuesta sería que todo estrógeno promueve efectos neurohormonales perjudiciales.

Centralmente, los efectos de no minimizar la exposición al estrógeno no son atribuidos a algún tipo particular de estrogénico—xeno, mico, o fito; sino que todos tienen la capacidad de ejercer la misma función—simular la acción estrogénica en el cuerpo. Más alarmantemente, estos efectos se acumulan independientemente del tipo en específico. En otras palabras, es lo mismo si tu exposición proviene de 1,000μg de algun fitoestrogeno, o debido a la acumulacion de 500μg de fitoestrogeno, 250μg de xenoestrógeno y 250μg de micoestrógeno. Y estos efectos no solo se quedan contigo, sino que se pueden propagar a la siguiente generación si en tus planes está la reproducción.

El cuerpo humano y, en general, la raza humana es altamente adaptable. No obstante, esto es para bien y para mal. En el caso de no minimizar la exposición al estrógeno, sus efectos pueden pasarse de generación a generación, y se van acumulando. Y estos efectos no son muy placenteros o cómodos desde el punto de vista masculino—o femenino.

Bajos niveles de testosterona, facciones afeminadas, depresión en potencial de desarrollo óseo y muscular, autismo (estudio),  y disminución en el tamaño potencial del órgano reproductivo sexual, pueden ser afecciones que pueden venir desde el nacimiento y rastreadas al embarazo o múltiples generaciones atrás. Aún más preocupante es que estas “incomodidades” pueden potenciarse si existe una exposición adicional sustancial al estrógeno durante el desarrollo de un individuo en particular, algo que, en nuestra época es casi imposible de evitar si no se tiene este conocimiento.

Últimamente, tanto por tu propio bienestar como el de aquellos que te rodean—o te rodearan, tienes que priorizar el minimizar la exposición al estrógeno. Esto te ahorrará múltiples “dolores de cabeza” tanto a ti como a las personas mas allegadas a tu persona. ¿Quieres ser un hombre saludable y masculino, así como también tu descendencia? Entonces, con la misma intensidad que estudias la filosofía y psicología de la masculinidad, tienes que hacerlo respecto a cómo minimizar la exposición al estrógeno, siendo esta última, igualmente importante—fisicalidad es mentalidad.


Qué puedes hacer

plásticos basura

Entre los xenoestrógenos más conocidos se encuentran los ftalatos, parabenos, alquilfenoles, rojos 3 y 40, Benzofenona (BP), 4-metilbenciliden (4-MBC), triclosán, dióxido de titanio, y todo lo que tenga algún tipo de fragancia, colorante, espesante, conservador, o saborizante artificial. Notablemente, aún existen xenoestrógenos sin identificar, por lo que tu mejor apuesta es el evitar todos los productos comerciales asociados con este tipo de compuestos, como desodorantes, pastas de dientes, jabones, detergentes, champús, protectores solares—aunque no existe razón para usarlos en primer lugar, lociones, perfumes, etc. En su lugar, opta por versiones más naturales o que declaren en los ingredientes que están libre de este tipo de elementos abiertamente.

Por supuesto, esta de mas mencionar que deberías de evitar el BPA y BPS como la plaga, lo que significa evitar el consumo o aplicación de productos contenidos en plásticos, especialmente aquellos que contengan grasas—las grasas absorben más fácilmente estrógeno y estrogénicos. Similarmente, es por pocos sabido, que la mayoría de los recibos contienen BPA, por lo que es mejor ni siquiera recibirlos, pero de hacerlo, lavarse las manos tan pronto sea posible—así es los que te da el cajero cada vez que compras algo en la tienda o supermercado. Irónicamente, es común que aceites (ej., aceite de coco) y lácteos (ej., yogur) vengan en plásticos, por lo que, de ser así, te recomiendo evitarlos totalmente a menos de encontrar una opción en vidrio o metal—en cuanto a lácteos algo casi imposible en su versión comercial (cuya no recomiendo en primer lugar).

En el lado de alimentación, además de la económica, realmente no existe razón por la que deberías estar consumiendo granos regularmente, especialmente soja, maíz y trigo—los más comunes, baratos, dañinos, y presentes en los “alimentos” procesados. Pero si querías otro razón para evitarlos, considera su contenido particular de xenoestrógenos (pesticidas), micoestrógenos (hongos), y fitoestrógenos (presentes naturalmente) como una adicional a estas.

Similarmente, el consumo de linaza, regaliz, cacahuates, y ajonjolí debe mantenerse al mínimo, al estos contener grandes cantidades de fitoestrógeno y/o microestrógeno—en el caso del cacahuate. Personalmente, suelo evitar la mayoría de fitoestrógenos debido a que minimizo todo tipo de fitoquÍmico al seguir una dieta primordialmente carnívorasiendo el café la mayor fuente, pero si no quieres ser tan estricto, si algún “alimento” deberías evitar de manera definitiva para minimizar tu exposición al estrógeno, esos son la soja y la linaza, los cuales los contienen de manera extraordinaria—103,920μg y 379,380μg por cada 100 gr respectivamente.

En cuanto al agua potable, no tomes directo del grifo o compres agua embotellada—la cual viene en envases de plástico, sino que opta por la mineral en botella de vidrio o por instalar un filtro con carbón activado en el sistema de filtrado. Contrario a aquellos que lo carecen, los filtros con carbón activado no solo filtran bacterias y toxinas, sino también estrogénicos (estudio, estudio), particularmente xenoestrógenos tan presentes en el agua de nuestros días debido a que en la orina se excretan los estrógenicos contenidos en métodos anticonceptivos—así es, a menos de que esta sea mineral, el agua que tomas no es totalmente “pura” sino que es reciclada, y parece ser, no del todo filtrada en el departamento hormonal (estudio, estudio, estudio, estudio). 

Finalmente, en cuanto a estilo de vida, primero que nada minimiza la producción de estrógeno natural manteniendote en el rango de 10-15% de grasa corporal—a mayor adiposidad mayor aromatización (conversión de testosterona en estrógeno). Adicionalmente, además de evitar la exposición a xenoestrógenos mediante artículos de cuidado personal artificiales, también evita aquellos “naturales” con “aceites esenciales” vegetales repletos de fitoestrógenos (estudio), particularmente lavanda, árbol de té, hierba de limón, citronella y menta—siendo la lavanda el mayor ofensor y ya causante de múltiples casos de ginecomastia (estudio). Realmente, tu mejor apuesta será evitar todo artículo que contenga algún tipo de fragancia natural o artificial. Y mejor ni hablar de la “aromaterapia”—evítala a como dé lugar.

Similarmente, el fumar marihuana y tomar cerveza, borbón, o vino son actividades que debes eliminar si quieres minimizar la exposición al estrógeno, al contener estos 4 amplias cantidades de estrogénicos en forma de fitoestrógenos y/o microestrógenos (estudio, estudio). Si vas a fumar, que sea tabaco, y si vas a tomar alcohol, opta por cualquier otro licor que no se cerveza, vino, o borbón, esto claro, considerando que el alcohol por si solo disminuye la testosterona e incrementa el estrógeno mayormente mediante aromatización (estudio, estudio, estudio)—además de fomentar la obesidad (estudio), por lo que recomiendo minimizar el consumo de alcohol en general.

 

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7 comentarios en «Cómo Minimizar La Exposición Al Estrógeno —Y Los Peligros De No Hacerlo»

  1. Increíble. Me había hecho una idea acerca de los estrogénicos que hay en nuestro ambiente y había tomado medidas, ya que hubo un tiempo en que mi energía y ambición (como 5 a 2 años atrás) realmente estaban por los suelos y estoy casi seguro que fué por baja testo o demasiado elevado el estrógeno. De hecho, soy delagado pero me costaba arto bajar el porcentaje de grasa corporal. Hasta que empecé a prestar más atención a mis niveles hormonales y con hacer algunos cambios, experimenté mejoras notables, sobretodo en cuanto a mis niveles de energía y puedo estar más tiempo concentrado (los cambios que hice, fué principalmente el ejercicio físico calistenia y pesas, beber suficiente agua, comer más carne y grasa animal, aceite de coco extra virgen orgánico, duchas de agua fría, etc.). Pero con este artículo veo que aún se puede eliminar muchas más cosas, aunque igual es medio difícil librarse totalmente de estos estrogénicos. Gracias por la info saludos.

    1. Definitivamente.

      Similarmente desconocía de este tema hasta recientemente. Es increíble como estamos exponiéndonos a estrogenicos todos los días sin saberlo.

      Ciertamente el tomar medidas para minimizar nuestra exposición puede resultar «mas caro,» pero considero vale completamente la pena.

      A final de cuentas, vida solo una – por lo menos en el presente, porque no vivirla al tope de nuestra capacidad.

      1. Si de hecho sí, vale la pena vivirla optimizando a tope nuestras capacidades. Una consulta que tiene relación con un artículo que leí tuyo sobre la dieta de huevo y carne ¿se puede mantener en el tiempo indefinido o no es recomendable? Lo pregunto porque, definitivamente aumenta la testo, pero quizás no sea recomendable llevarla por tanto tiempo… Saludos Muy buen contenido.

  2. Buen post !
    Que opinas sobre la aplicación de esteroides en personas que quieren «impulsarse» en el gym? es decir, mi caso es que soy muy flaco, incluso haciendo dieta, entrenando años probablemente no vea un resultado muy al corto plazo (lo cual es frustrante)
    No tengo idea sobre este mundo pero supuestamente las personas que alguna vez lo usaron no ven cosas dañinas en ellos (ya habiendose hecho pruebas etc)

    Deberia optar por alguna droga para impulsar mi entrenamiento? (algo moderado) mi idea no es abusar de la sustancia ni nada parecido.

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