Existen múltiples elementos que conforman una mentalidad de guerrero. No obstante, de estas, no existe una más crucial que el autorespeto, siendo este definido como el respeto que se tiene a uno mismo. Esto, inicialmente, porque el honor comienza con esto, pero en este aspecto no es lo único en que radica la importancia del autorespeto.
Existen innumerables libros, podcasts, programas y demás material enfocado en la “mejora personal,”sin embargo, lo que usualmente pasa por desapercibido es que todo esto se reduce a un mismo concepto: el autorespeto. En otras palabras, tanto tu autoconfianza (“autoestima”) y felicidad (tranquilidad mental) provienen del respeto que te tengas a ti mismo.
Es solo cuando consideramos este fundamento—la importancia del autorespeto, que tanto nuestra filosofía de vida como nuestro criterio para priorizar, automáticamente se alinean con nuestro ideal, en donde comenzamos a decir “no” a las cosas que no importan y empezamos a hacer las que sí. Es solo el autorespeto el que nos llevará hacia la dirección correcta sin tener que pensarlo en demasía.
El elemento central de este escrito se sintetiza en un consejo: a menos de que sea parte de tu estrategia, no deberías aceptar una falta de respeto de nadie, especialmente de ti mismo. Y todo esto porque autorespeto es autoconcepto, siendo este último el mayor métrico del éxito, sino es que el único. En este elemento es en qué reside la mayor importancia del autorespeto.
La importancia del autorespeto
Como bien mencionó alguna vez Nassim Taleb: “los hombres de la antigüedad solían tener miedo de una muerte deshonorable, los hombres de hoy sólo temen a la muerte”—cualquier muerte. En otras palabras, el hombre común de la actualidad, en completa oposición al hombre del pasado, tiene más miedo a morir que a ser respetado, esto, sabiendo que el honor viene del respeto o, mas bien dicho, el honor es respeto.
Centralmente, el respeto es un sentimiento de profunda admiración hacia una persona derivado de sus habilidades, cualidades o logros. Este puede ser direccionado a otras personas o a uno mismo. Derivado de esto, podemos decir que el autorespeto es la admiración, o carencia de admiración, que tienes de ti mismo, es decir el cómo mides tu propia percepción de comportamiento contra tu métrica éxito. Dicho de otra manera, autorespeto es autoconcepto por qué es lo que piensas tu de ti mismo basado en tu definición de éxito derivada de tu esquema de valores.
¿Te sientes orgulloso de lo que ves en el reflejo cuando te miras en el espejo? Esta es una de las maneras más fáciles de determinar cómo te percibes a ti mismo en cuanto a respeto al día de hoy. Irónicamente, si no te respetas primero a ti mismo nadie más te podrá respetar. En otras palabras, si no te respetas a ti mismo, y esto es percibido por los demás, estos jamás te respetarán. Por si esto fuera poco, de no tener autorespeto, también podrás ser manipulado fácilmente.
Si en una relacion, por ejemplo, la otra persona te dice que debes “actuar de alguna manera” o hacer “cual cosa” que no quieres hacer a cambio de algun evento determinado—sexo, dinero, atencion, etc.; aquí es que los hombres carentes de respeto propio optarán por seguir una posición antinatural—la de sumisión, solo por obtener un poco más de retribución banal.
Contrariamente, un hombre realmente masculino, dejará pasar “la oportunidad” solo por conservar su propia percepción de masculinidad—dominio sobre otros y/o si mismo. En otras palabras, para el hombre emasculado (“beta”), contrario al empoderado (“alfa”), su necesidad por placer toma prioridad sobre su masculinidad, adoptando así innatamente una postura femenina.
Ciertamente, una posición de sumisión puede/debe ser adoptada por un hombre ante alguien de mayor rango—ej., el jefe del trabajo, pero jamás debe ser demostrada ante alguien de igual o menor rango, especialmente una mujer con la que queremos relacionarnos sexualmente, siendo la dinámica sexual que buscamos aquella tradicional/normal—hombre masculino y mujer femenina. De hecho, podríamos decir que este comportamiento es la epítome de la estupidez por 2 razones.
En primera, el actuar de esa manera hará que la atracción de la mujer en cuestión se vaya por los suelos, esto considerando que una mujer femenina se siente mejor y más atraída hacia el hombre masculino que le lidera a ella, no al revés. Cae en lógica que si estás haciendo lo que ella quiere, especialmente en total oposición de lo que tu quieres, además de estarle demostrando que no tienes la capacidad de mantener tu propia dirección, estas cambiando la dinámica de la relación, en donde ella está en una posición de dominación y tu en una posicion de sumision. Una situación en la que, de nuevo, ni tu ni ella quieren estar, considerando que eres un hombre masculino.
De hecho, lo que deberías buscar en una mujer no es amor sino respeto. Para que una mujer pueda siquiera sentirse atraída a ti tiene que respetarte primero. Repetidamente, esto hablando de una pareja con polaridad sexual tradicional, en donde el hombre es el lado masculino y la mujer el femenino de la relación—algo que es efectivo en el 80% de las situaciones.
En segunda instancia, y de mayor importancia, el actuar de esta manera destruirá tu autorespeto por completo, y en cuanto más lo hagas peor, ya que, como ya vimos, autorespeto es autoconcepto. Sencillamente te iras acostumbrando mas y mas a que la gente te pase por encima, y si buena parte de esta gente es de menor nivel que el tuyo—físicamente o socialmente, porque de serlo también mentalmente no te estarían manipulando tan fácilmente; que te puedo decir.
No obstante, si has actuado de esta manera, no te preocupes, así como has estado perdiendo tu autorespeto, puedes irlo ganando—gradualmente. Simplemente empieza a dejar de aceptar la mierda. Ponte a ti mismo primero. Y todo comienza con que definas cuáles son tus valores.
Comienza con los valores
Como bien identificaron los estoicos, existen cosas que podemos cambiar y cosas que no y, como ellos también reconocieron, la manera más racional de actuar basado en esta información, es enfocarnos en lo que sí podemos cambiar y aceptar lo que no. Bueno, pues en materias de nuestro comportamiento, esta es la diferencia entre nuestra personalidad y nuestro conocimiento.
Verdaderamente, nuestra personalidad es mayormente definida por nuestra biología, principalmente nuestra genética y, en segunda instancia, nuestro ambiente—epigenética, hormonas, nutrición, etc. A punto tal que nuestras funciones cognitivas toman un orden preferencial ampliamente diferente entre personas, en donde el procesamiento cerebral puede ser mayormente afectado tanto por la sensación, emoción, intuición o razón, estos proviniendo de manera interna o externa (introvertida o extrovertida) dependiendo del tipo de función cognitiva.
Esta diferencia en personalidades, de nuevo, mayormente incambiable, es lo que hace que una persona tome decisiones más basado en sus razones internas comparado con otra que lo hace basado en las emociones externas. Aun y con el conocimiento adecuado, en donde las razones internas no son compatibles con las emociones externas, una persona con preferencia cognitiva por las segundas en lugar de las primeras, optara por lo emocional, o por lo menos le será difícil decidirse por aquella opción basada en lo racional. Siendo este el caso, de ser necesario, usará su razón, en segundo, tercer, o cuarto plano, dependiendo de el lugar en que se encuentre esta función, para justificar la decisión que ya ha tomado a partir de la emoción, algo también conocido como “gimnasia mental.” De nuevo, esta característica del cerebro, “nuestra manera de pensar” es estática, no es modificable, sin embargo, el conocimiento si lo es—en lo que debemos enfocarnos.
El conocimiento puede ser adquirido mediante 2 formas: estudio o experiencia. El estudio, cuyo generalmente proviene de la información provista por la experiencia de otras personas, es la manera más fácil de adquirir conocimiento. Contrariamente, la experiencia es la manera más difícil de adquirirlo pero, generalmente, también la más duradera al ir está atada a una emoción o sensación personal que le “ancla». Dicho de otra manera: “la experiencia enseña de manera más dura, pero enseña mejor.” Al menos esto en la mayoría de las personas—unas ni así aprenden.
En contraste con la personalidad, el conocimiento es totalmente maleable e ilimitadamente expandible. Verdaderamente, no existe un límite tangible de cuánto puedes aprender siempre y cuando te mantengas en su búsqueda constante, lo contrastes con el conocimiento que ya tienes y, más importante, lo apliques para evaluar su utilidad y veracidad. Punto más importante con respecto al tema en mano, de este, en conjunto con tu personalidad, es que nacen tus valores.
Realmente, los valores no aparecen de la nada, sino que son adquiridos tras el discernimiento de nuevo conocimiento a través de nuestra personalidad particular. Si de acuerdo a tu conocimiento, es aceptable el seguir las demandas de otra persona, por mas irracionales que parezcan, solo por obtener dinero, poder o sexo, por ejemplo, esto no afectara tu percepción de autorespeto ya que, al desconocerlo, el actuar de manera contraria a este comportamiento no esta dentro de tu “código personal.” Similarmente, de creer que es la norma que tu jefe de trabajo pueda insultarte sin que tú digas nada porque “te está pagando,” no afectará tu percepción de autorespeto, ya que no está dentro de tus valores por simple desconocimiento de la realidad—no debería hacerlo.
Por otra lado, puede que obtengas nueva información que no esté alineada con tu personalidad, y por lo tanto, no pueda ser aceptada dentro de tu “código personal.” Por ejemplo, si encuentras que la mayoría de la gente de tu era dice que “todo la gente es igual” y, que como tal, deberían ganar lo mismo y obtener los mismos beneficios, independientemente de su valor inherente para la sociedad, pero tu personalidad es aquella del raciocinio sobre la emocionalidad, encontrarás difícil, sino es que imposible, aceptar esta potencial realidad, por lo que la rechazaras.
Reiterativamente, los valores no vienen de conocimiento o personalidad, sino de su combinación, y por ende, de esto también proviene tu métrica de autorespeto. Así también, los valores no son un “sí o no” necesariamente, sino cuestión de priorización. ¿Teniendo 2 opciones de “que hacer”,por cual optamos a primera instancia y/o con mayor frecuencia?
Por ejemplo, todos queremos ir a visitar Hawai o comprarnos un auto último modelo, pero teniendo la opción de mejor invertir el dinero equivalente de estas cosas placenteras en un negocio/proyecto que nos llame en su lugar, no todos se decidirán por las 2 primeras opciones en lugar de la última. Bueno, pues esta diferencia de prioridades es una de las mayores formas de expresión de los valores, en este caso concreto, el segundo individuo sabe que para el hombre masculino propósito va sobre placer, por ejemplo.
Más al punto, tus valores se interiorizan más y más al reafirmarse. Cada vez que actúas en base a tus valores, y no “el sentimiento del momento’‘, tus valores se instauran más en tu mente, a punto tal que, similiar a modificar un nuevo hábito en tu vida, con suficiente práctica te será más difícil “fallarles” que respetarlos. Verdaderamente, esta disciplina es la misma definición del carácter.
El carácter lo es todo
Ultimadamente, deberías estar dispuesto a intercambiarlo todo por autorespeto—sexo, poder, dinero, etc.; pero esto no solo por el autorespeto en sí mismo, sino también por carácter.
Por múltiples motivos, el carácter es lo más importante en un hombre, y el carácter proviene de los valores. Más bien dicho, el carácter es forjado por la demostración de tus valores, o lo que es lo mismo, la aplicación disciplinada de tus valores. Lo que haces o no haces basado en lo que previamente has definido estas dispuesto o no a realizar partiendo de tus valores, esto es carácter.
Además de que “carácter es destino,” como bien declaró heraclito—el carácter define lo haces o no haces, es importante considerar que este, como el respeto, es ganado, no regalado. De hecho, el carácter es la manera de ganar y mantener tanto el respeto de los demás como tu autorespeto.
Para poder ganar el respeto de los demás y, aún más importante, el propio, necesitas demostrar tu capacidad para desplegar tus valores en la realidad, los cuales, de ser hombre, deben incluir por inferencia al menos 2: fuerza y excelencia. Autorespeto y carácter trabajan en simbiosis mediante un ciclo retroalimentativo, en donde el carácter refuerza tu autorespeto y el preservar tu autorespeto, mediante tu comportamiento, fortaleza en turno tu carácter. Debido a esto tus valores deben ser inquebrantables.
Grabatelo de una vez, ningún pago, mujer, relación, empleo, o tu propia existencia, valen la pena intercambiarla por tus valores y percepción de valor, en otras palabras, tu autorespeto y carácter. El carácter es todo lo que te define como hombre. El carácter lo es todo, lo más importante. Si realmente quieres vivir una vida que valga la pena, debes estar dispuesto a perderlo todo por autorespeto. Toda pertenencia puede ser recuperada u obtenida con facilidad, pero recuperate de una pérdida masiva de autorespeto y correspondiente carácter, podrá tomarte el resto de tu vida.
Notablemente, todo en la vida, y de hecho, la vida misma, comienza con lo físico, para el humano, con el cuerpo, por lo que el mínimo requerimiento para mantener tu autorespeto es el obtener y mantener tu mejor cuerpo. Para esto, no necesitas tener el cuerpo masculino ideal de no estar en tu posibilidad, sino simplemente maximizar tu masa muscular y no tener exceso de grasa corporal —<15% GC. Sencillamente, un hombre que no respeta su cuerpo inherentemente no se respeta a sí mismo. Y si no puedes respetarte a ti mismo ya sabes que pasara con el respeto de los demás.
Así que ya lo sabes, nuestros valores determinan las métricas con las que nos medimos a nosotros mismos y a los demás. Por lo tanto, considera tus valores inquebrantables y por sobre todo, ya que esto determinará tu carácter—lo más importante. Esta es la única manera de obtener y mantener el respeto provisto por otros y por ti mismo. Esta es la única manera de ser un hombre masculino.
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14 comentarios en «La Importancia Del Autorespeto —Y Cómo Hacer Para Mantenerlo»
Excelente artículo, sobre todo porque en los tiempos que vivimos se nos invita a fácil y al placer momentáneo.
Saludos Alex
Gracias Enrique.
Completamente de acuerdo.
Me gusta tu manera de enfocar el concepto de vida y como potenciar y optimizar nuestro paso por ella Alex.
Enhorabuena por tu gran labor y dedicación por los demás. Es un gran reto que te debería hacer sentir maravillosamente bien.
Gracias Vicente.
Lo hace…
Gracias por tu Artículo Alex. Me sentí muy identificado al leerlo porque yo he caído en esta situación múltiples veces todo por la búsqueda de tener sexo con una mujer cabrona que me ha manipulado y se ha burlado de mi por años. Al leerlo he tomado consciencia de mi error y me doy cuenta de que debo cambiar este comportamiento y empezar a tener respeto por mi mismo.
José
Exactamente. La única razón por la que otras personas pueden manipularnos es porque nos dejamos.
La mejor manera de solucionarlo es respetándonos. Nada va antes.
Alex, gracias por tremenda informacion, esta a un nivel de detalle impresionante.
Queria comentarte que estoy bastante bajoneado, por que?
Justamente estoy en una etapa en donde me desprecio totalmente, tengo una necesidad afectiva (del otro sexo) que no puedo llenar, envidio bastante a esos hombres que recibien cariño y atencion del sexo femenino.
He estado detras de una mujer por casi 1 año, hasta que le pedi que sea sincera me dijo que estaba en otras cosas, o recibir comentarios de alguien que diga que solo estaria conmigo si soy millonario (por mas que sea un chiste, dolio)
Hace un mes que no entreno, que no estudio, que me paso en la cama pensando … porque siento que no valgo la pena, que ya soy un caso perdido.
Puedo remontar esto? es decir, que cambien sus percepciones sobre uno…
siento que soy el tipico «nice guy»
Tengo 27 años, no se que hacer.
Paul
Primero que nada, estas muy joven para estar pensando «que ya no puedes hacer nada.»
Contrario al de una mujer, el valor sexual de un hombre apenas comienza a repuntar a partir de los 30 años de edad. Así que tienes todo por delante.
Aprende del pasado de haber algo, y sigue avanzando.
Comienza a convertirte ya en el hombre que tu quieres ser, no el que las mujeres puedan o no querer. Prioriza tu vida.
Vive la vida que quieres y te mereces ya.
No pienses. Actúa.
En mi caso no se si es perdida de autorespeto pero suelo tener estos comportamientos que no se si son ideoneos.
1- Invitar a salir y que cuando no me contesten directamente la pregunta, vuelvo a insistir
2- Escribir a mujeres por fb o instagram para tratar de lograr conocer en persona , si me vistea una vez, volver a insistir
Esto no se si le pasan a todos los hombres, ya que el sexo femenino es cambiante y te peuden hacer de todo.
Mis avances romanticos son horribles, no me sale jaja
En cuanto a invitaciones a salir, recomiendo el «2 veces únicamente» como regla de oro. Si a la segunda vez no te dan un claro «si» te mueves a la siguiente.
El contactar a mujeres por redes sociales, solo en casos extraordinarios funciona – ej., si eres una celebridad importante.
Caso contrario, no sirve de absolutamente nada, solo estas desperdiciando tu tiempo y atención – lo mas valioso que tienes como hombre, y, en el proceso, inflando el valor de la mujer que estas contactando – comportamiento por el que la mayoría de las mujeres de hoy en día se sienten con un valor sexual mas alto del que el realidad tienen.
La única manera efectiva de «ligar» por redes sociales, es que las mujeres te contacten a ti. De no ser así, la posibilidad de éxito es casi nula. Así que no mas «likes» ni contactos por nada.
De nuevo, autorespeto ante todo.
Que buen post hermano!,podriás realizar un articulo hablando sobre el metodo wim hof,duchas de agua fría y meditacion estos temas serián de gran información!
Gracias Medardo
Ya lo hecho. Este es el articulo.
Muy bueno. Como han cambiado las cosas. Antes se temía a morir de manera deshonrosa, ahora solo se teme morir….
El carácter lo es todo. Con algunas mujeres en el pasado, me ocurrió que cuando se ponían un poco dificiles (en cuanto a tener algo con ellas, como ligar. Sexo…), yo simplemente no aguantaba mierda… Ellas eran las que terminaban pidiendo tener algo conmigo. Me valoraban más jajaja
Hace un tiempo leí un libro «Embajador en el Infierno» donde un capitan español cae prisionero en la ex Unión Sovietica. Siempre llevó consigo sus valores, pese a todo ll qje tenía en contra. Se gano la admiración y respeto de prisioneros de otras nacionalidades que incluso veian como generales dejaban de lado sus ideales por pequeños beneficios… En realidad me inspiro mucho y lo relacioné inmediatamente con este artículo. Saludos Alex
Gracias Damián
De acuerdo totalmente. Excelente aportación.
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