Lo Que He Aprendido Tras Más De Un Año En La Dieta Carnívora

Dieta-Carnivora

Al día de hoy, he estado más de un año en la dieta carnívora tras haber pasado por un año en la dieta cetogénica tradicional. En este artículo te contaré lo nuevo que he descubierto en este viaje, para que, si así tu lo decides, al embarcarte en una dieta similar sepas qué esperar y cómo este tipo de dieta puedes optimizar.

Ciertamente, no he mantenido la dieta carnívora al 100% por cuestiones mayormente sociales—algo que ni siquiera recomiendo a excepción de casos extremos, pero, sin temor a equivocarme, por lo menos la he mantenido a un 95%. Irónicamente, como veremos en este escrito, de estos «desvíos» es de donde pude verificar sus mayores beneficios.

Sin más que añadir, vayamos pues a ver lo que he aprendido tras más de un año en una dieta carnívora.

 

Todo tipo de hidratos disminuyen la claridad mental

Uno de los mayores beneficios de la dieta cetogénica, pero particularmente la carnívora, es la gran claridad mental que te brinda, y la diferencia es drástica. Esto lo veo todos los días a mí alrededor, en la gente que sigue una dieta alta en hidratos: dicen cosas “sin pensar,” se exaltan por todo, todo se les olvida—hasta nombres de personas ya conocidas, y, en general, tienen la claridad mental, el control emocional, y la memoria por los suelos. Y no estoy hablando solo de personas mayores, sino de compañeros de trabajo de edad similar a la mía. Bueno, pues me vuelvo parte de este grupo de personas mas movidas por la emoción que la razón cada vez que trato de incorporar cualquier tipo de hidratos utilizables de manera sustancial.

Durante este más de un año en esta dieta, he confirmado que, todo tipo de hidratos, incluyendo aquellos «carnívoros» como la miel y la leche; afectan mi claridad mental de manera significativa.

La única manera de minimizar este efecto perjudicial, es mediante la creación de un «buffer» de glucosa generado por una intensa sesión de entrenamiento intenso. De allí en fuera, debido a ya estar bastante «ceto-adaptado,» todo hidrato utilizable consumido se va directamente a recargar el glucógeno hepático, lo cual, me saca instantáneamente de cetosis, obstaculizando así toda la claridad mental que este estado beneficial me pudiese brindar. No obstante, esta ceto-adaptación por la que he trabajado por ya más de 2 años, facilita también el regreso al estado cetogénico, por lo que la pérdida en claridad mental solo es momentánea—contrario a la mayoría de las personas con una ingesta habitual substancial de hidratos.

Por supuesto, no todo es “malo” con los hidratos. La glucosa es una fuente de energía 6 veces más potente que la grasa, por lo que el cuerpo la utiliza siempre, “ceto-adaptado” o no, para potencial el movimiento muscular de alta intensidad—entrenamiento de fuerza, arrancones, situaciones de emergencia, etc.; por lo que definitivamente note la diferencia en mi desempeño al levantar pesas—algo que sinceramente creia no sucederia.

La incorporación de hidratos en esta dieta, a costa de una reducción momentánea en función mental, me provee con ese empuje de energía extra que me permite entrenar más intensamente y por más tiempo—más repeticiones totales por sesión de entrenamiento. ¿Qué tanto es esto ventajoso en el gran esquema de ganancia/preservación de masa muscular, y mucho más si esto es a costa de la óptima función mental? Es difícil de determinar. Lo que si me queda claro es que cualquier atleta en una dieta cetogénica se beneficiaria de la incorporación de una cantidad media de hidratos en su dieta de manera periódica si lo que quiere es maximizar su desempeño atlético—ej. durante una competencia profesional.

Personalmente, debido a que si no lo hago así me siento un poco decaído durante el resto de día, trato de incorporar una pequeña cantidad de hidratos (20-40gr) utilizables post-entrenamiento cuando entreno por la mañana, recargando así las reservas de glucógeno musculares utilizadas durante la sesión de entrenamiento—particularmente si me encuentro en una fase de ganancia o mantenimiento. Asimismo, cuando entreno por la tarde no consumo hidrato alguno post-entrenamiento. He descubierto que de esta manera duermo mejor, algo muy probablemente debido por la razón anterior—menor disponibilidad de energía “intensa” que facilita la relajación.

Concluyendo el tema de los hidratos, algo que también he confirmado, es que en cuanto la hiperglucemia de los hidratos pasa, una exagerada sensación de «hambre» se aparece—el famoso “hangry” americano que hace alusión a la combinación de hambre y enojo. Dicho efecto dura hasta días enteros, haciendo que el ayuno intermitente regular, del cual soy tan fan, se haga más difícil de ejecutar. Esto sucede muy probablemente por la hipoglucemia natural de rebote que ocurre como respuesta natural del cuerpo a una pico anormal de glucosa en sangre—de allí que además de sentir el estómago vacío te sientas enojado y/o cansado. No obstante, una vez la cetosis vuelve a tomar lugar, y de nuevo, gracias a ya estar bien “ceto-adaptado,” las respuestas de hambre-saciedad vuelven a la normalidad.

 

Los lácteos comerciales no son una buena opción alimenticia

Algo que comprobé tras mucho prueba y error, es que los lácteos comerciales, en su gran mayoría, más que dar, quitan. Sinceramente, creo nadie los deberia de ingerir de manera regular.

De entrada, este tipo de lácteos, al no provenir de vacas alimentadas con pasto, no contienen ni cerca la misma cantidad de nutrientes que su contraparte—CLA, vitamina K2, vitamina A, etc. Adicionalmente, al ser este tipo de lácteos «pasteurizados,» aunque definitivamente no todas, si pierden varias de sus propiedades—particularmente vitaminas hidrosolubles y enzimas digestivas.

Por otra parte, generalmente los lácteos comerciales provienen de vacas que producen leche con contenido de caseína tipo A1, la cual, contraria a la A2, es particularmente inflamatoria y disruptiva (estudio).

Algo que me ha hecho comprobar la naturaleza inflamatoria de este tipo de caseína, ha sido mayormente su capacidad para generar acné—malestar comúnmente asociado con estos alimentos (estudio).

Lo que he estado haciendo últimamente, y que recomiendo, es optar por lácteos con contenido de caseína A2—vacas jersey, cabra, oveja, etc. En caso de no ser esto posible, preferir lácteos con bajo contenido en general de caseína como la crema, queso ricotta (requesón), o mantequilla. En cualquier caso, aunque no necesario, independientemente de la fuente lo ideal es que estos provengan de animales de libre pastoreo. A destacar, las vacas, borregos, y bisontes, contrario a las vacas, más veces que no son alimentados de manera natural, por lo que si consumes lácteos provenientes de estos animales, puedes estar casi seguro estos fueron alimentado así.

Finalmente, parece ser que, independientemente de su procedencia, todo tipo de caseína estriñe al disminuir la velocidad de digestión intestinal. Debido a esto, si prefieres ir al baño con cierta regularidad, la reducción o eliminación de su consumo es altamente recomendado. Esto no se nota con la proteína de suero sin embargo, por lo que alimentos como el queso ricotta, compuestos mayormente de esta, o aquellos bajas en proteína total como la mantequilla y la crema, no tienen este efecto «perjudicial.»

 

Una dieta alta en proteína es más efectiva y saciante para el atleta de alta intensidad

hombre entrenando

Una dieta cetogénica alta en proteína es más efectiva y saciante para el atleta de alta intensidad en comparación con aquella alta en grasas.

Contrario a la persona común, el atleta de alta intensidad—ej., levantador de pesas, emplea un mayor uso de los caminos metabólicos glicolíticos y descompone una mayor cantidad de aminoácidos de manera regular, por lo que la demanda de proteína, cuya es empleada tanto el la gluconeogénesis—síntesis endógena de glucosa—como en la reparación de tejidos—ej., músculo afectado por el entrenamiento intenso, es elevada.

Debido a esto, el atleta de intensidad deriva su hambre mayormente de una “desbalance” de aminoácidos esenciales en el cuerpo, cuyo es fácilmente compensado con un incremento en ingesta proteica.

Es fácil darse cuenta de esta particularidad del atleta de alta intensidad. Como tal, si te pones a recordar, cada vez que entrenas intensamente, tu «antojo» por alimentos altos en proteína se incrementa mientras que el de altos en grasas disminuye momentáneamente. Derivadamente, es preferible optar por alimentos altos en proteína y bajos en grasa en el periodo inmediato posterior al entrenamiento si te encuentras actualmente en una dieta cetogénica—tu cuerpo lo pedirá. Una vez el «déficit» proteico inducido por el entrenamiento intenso a sido remediado, notaras como el apetito por grasas en lugar de proteínas tomará prioridad en mayor medida. Es aquí en donde, si actualmente buscas perder grasa, el ignorar hasta cierto punto esta «hambre» toma lugar, lo cual, en turno, obligará a tu cuerpo a quemar la grasa corporal como energía al no ser está siendo ingerida; lo que me lleva al siguiente tema.

 

Las calorías siguen contando

En esta dieta, como en cualquier otra, y contrario a lo que la mayoría de los exponentes de la dieta cetogénica comentan—cuyos en su mayoría tienen sobrepeso, las calorías siguen contando—siempre cuentan.

En esta dieta por supuesto se puede bajar de peso, pero también ganarlo—aunque debo admitir que con mayor dificultad debido a su gran saciedad. Esto, particularmente en el caso de  personas altamente sedentarias—el entrenamiento de fuerza además de promover el gasto energético, suprime el hambre, facilita la “ceto-adaptación”, y estimula la preservación/aumento de la tan preciada aumenta-metabolismo masa muscular.

Asimismo, y siguiendo el punto anterior, entre más proteína se consuma en comparación con energía—en el caso de dietas cetogénicas mayormente grasa, más el cuerpo optara por quemar las reservas de energía—grasa corporal, en lugar de acumularles.

Similarmente, quien te diga que solo las calorías importan te está vendiendo algo. Cada macronutriente, además de tener efectos térmicos diferentes en el cuerpo—particularmente derivados de su método de digestión y caminos metabólicos distintos, estimulan procesos hormonales diferentes, por lo que no pueden ser categorizados como «iguales» en cuanto a su efecto calórico en el cuerpo.

Es cierto hasta cierto grado que el balance calórico es mayormente determinado mediante la ecuación «calorías que entran menos calorías que salen,» pero no todas las calorías se asimilan de la misma manera, por lo que está generalización, aunque bien intencionada, puede verse distorsionada.

Un ejemplo claro es que ciertos aminoácidos—ej. Leucina, isoleucina, y valina—y ácidos grasos—i.e., omega 3 y 6, son esenciales para el cuerpo, y debido a que no son empleados mayormente como energía, sino para procesos estructurales y hormonales, aunado al hecho de que no pueden ser sintetizados por el cuerpo, deben ser ingeridos de manera habitual. Contrastantemente, no es así con los hidratos, ya que estos pueden ser sintetizados por el cuerpo a partir de los otros 2 macronutrientes previos en el hígado—mediante la gluconeogénesis.

Centralmente, las calorías siempre importan en cuanto al peso corporal. Que tanto se gane/pierda como grasa-corporal/masa-muscular, que tan rápido se ajuste el cuerpo a la nueva ingesta calórica mediante un acomodo hormonal, y que tan bien/saciado uno se sienta en la dieta, es en donde entran las diferencias entre distintas proporciones de macronutrientes—proteínas, grasas, e hidratos.

Lo que sí puedo decir con certeza, es que en una dieta cetogénica, particularmente si esta es primordialmente carnívora y alta en proteína, comparado con otra con contenido mayor de hidratos, te sientes más saciado, puedes ayunar más seguido y por más tiempo, puedes entrenar intensamente sin consumo previo de alimento, pierdes menor fuerza y masa muscular, y tienes mayor control mental/emocional. Todos estos aspectos en conjunto, hacen que puedas mantener el déficit calórico prolongado necesario para quemar esos kilos de más de manera más disfrutable y  llevadera. Esto, sin contar los mucho más ventajosos beneficios de estar en una dieta similar.

En conclusión, aunque en esta dieta, como en cualquiera, las calorías siguen contando, a menos de que seas un atleta profesional, no veo porque hacerlo de otra manera. Los hidratos en general, solo son un obstáculo más en tu bienestar y transformación corporal, particularmente si la pérdida de grasa y/o optimización de bienestar es tu meta actual.

 

Es más fácil de lo que creía

hombre comiendo

Desde el primer instante que pensé en volcarme a esta dieta, en mi mente estuvo presente que seria algo difícil de realizar. No tanto desde una perspectiva de “variedad” alimenticia, sino más de alienación social. Afortunadamente no es así.

De entrada, debido a que todo fin de semana, he sido capaz de preparar mis alimentos para llevarme al trabajo e ingerirlos en el almuerzo, no tuve que racionalizar durante la semana el con que me iba a alimentar. No obstante, en mi trabajo, contrario al de muchos—te envidio, se me requiere el estar cenando fuera con una frecuencia casi semanal, por lo que creí que, aunado a las salidas de fin de semana, es donde tendría más problemas. Bueno, pues resulta ser que en el 90% de los restaurantes existe al menos una opción que incluye una buena porción de carne, pescado, o mariscos. ¿Qué es lo que hago? Solo me como el producto cárnico del plato y desprecio todo lo demás—o al menos en su mayoría. Sencillo.

Asimismo, al no ser un problema de salud grave por el que sigo este régimen alimenticio—de lo que te invito enfáticamente a investigar de ser tu caso, el consumo ocasional moderado de alimentos que no son del todo carnívoros, siempre es una posibilidad, especialmente si estos son cetogénicos—ej. aguacate/guacamole, ensalada, verduras cocidas, etc. Sin embargo, esto no es verdaderamente necesario. Si te preguntan ”¿porque no comes vegetales?,” la respuesta es siempre simple y por todos comprendida: “no me gustan los vegetales”—créeme, de saber que casi no sirven de nada a la mayoría tampoco les “gustarían.”

En cuanto a los postres, panes, tortillas y demás porquerías, si te preguntan, solo les dices que estás a dieta y ya. La mayoría ya sabe que para bajar de peso eficientemente debes dejar de comer estos “alimentos”—irónicamente aun los obesos los siguen consumiendo.

En síntesis, es muy fácil seguir la dieta carnívora, aun comiendo fuera con regularidad, una vez te acostumbras. Eso si, no voy a negar que durante esta dieta “carnívora” el café, el whisky/tequila, y el cacao formaron parte de manera regular. Por eso aclare desde el inicio que considero mi dieta no totalmente, sino primordialmente carnívora—~95%, y sinceramente es lo que recomiendo para la mayoría. Creo que eso es más que suficiente para la persona relativamente sana que quiere maximizar su salud, desempeño, y bienestar sin obstaculizar en demasía su vida social.

 

Conclusión

En conclusión, tras experimentar con la dieta carnívora por más de un año, puedo confiadamente aseverar que no es tan difícil de seguir como la pintan—o al menos no si esta se sigue 90-95% del tiempo.

Adicionalmente, tenía la teoría de que, posiblemente, no eran los hidratos en sí los causantes de la afectación cognitiva negativa experimentada al consumirlos, sino más bien el resto de los compuestos contenidos en las plantas. Pues no fue así.

Tras bastante “prueba y error,” pude comprobar que no solo los hidratos provenientes de las plantas, sino que también aquellos “carnívoros” y, por ende, libres de potenciales toxinas, también perturban la función mental óptima. En otras palabras, es la ingesta de hidratos puramente, y no de plantas, lo que, al inhibir la cetosis, disminuye la función cognitiva. No obstante, si tuviera que ingerirlos, por supuesto me inclinaría por fuentes mayormente libres de otras sustancias potencialmente nocivas—ej., leche bronca, arroz blanco, camote, etc.

Por otro lado, pude corroborar que, sin importar el tipo de dieta, el balance calórico siempre importa en cuanto a composición corporal—algo que sinceramente nunca he llegado a dudar. Si, la grasa y la proteína son más saciantes que los hidratos—especialmente si estos últimos se evitan en su mayor parte, pero esto no quita que si los consumes en exceso estos se comienzan a acumular en el cuerpo como grasa corporal—especialmente la grasa dietética.

Ultimadamente, es una dieta que me siento confiado en afirmar, podría seguir por el resto de mi vida. ¿Lo haré?… Es difícil saber con seguridad. La vida tiene muchos reveses y uno nunca sabe por donde esta lo pueda llevar, pero por el momento no veo porqué cambiarla, por lo que seguiré en ella hasta que considere necesario hacerlo—lo cual sinceramente no creo tome lugar en el futuro cercano, pero quien sabe.

 

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20 comentarios en «Lo Que He Aprendido Tras Más De Un Año En La Dieta Carnívora»

    1. Lee mi libro o el resto de los artículos que hablan de esta dieta. Allí viene mas que suficiente.

  1. Gracias, Alex por el artículo. Una consulta: qué opciones de desayuno y merienda tenés en esta dieta?
    Otra pregunta: leí en otro artículo tuyo que había un atleta que comía solo bife con huevo. Se puede seguir esto en forma ininterrumpida e incluir frutas? Muchas gracias y saludos

    1. Que tal Nicolas.

      Cualquier comida puedes estar conformada por cualquier combinación de alimentos de origen animal. Mi preferencia personal son huevos con carne y/o queso en el desayuno y bistec/hígado en el resto – hígado solo de 1-2 veces por semana.

      Las frutas las recomiendo incluir solo tras el periodo de adaptación de 1-3 meses, idealmente después del entrenamiento, si así lo deseas. Eso si, no son necesarias.

      1. Muchas gracias, Alex, por tu fundada respuesta y por tomarte el tiempo de hacerlo. Cordiales saludos.

  2. Alex, me ha sorprendido la frase:
    «no me gustan los vegetales —créeme, de saber que casi no sirven de nada a la mayoría tampoco les gustarían.”
    ¿De verdad crees que los vegetales no sirven para nada?
    Yo creo que no hay ningún nutricionista que no aconseje consumir verduras por ejemplo. No solo que sea aconsejable sino imprescindible.
    ¿Qué opinas de llevar una dieta vegetariana? Hay deportistas que la siguen y la aconsejan sin ninguna duda.

    1. Agustin.

      Efectivamente, yo lo vi por primera vez en el libro «Genghis Khan and the Making of the Modern World» de Jack Weatherford.

      Argumentativamente, es por esta superioridad nutricional que vencieron a los chinos, cuyos eran mayoria en cantidad, pero no asi en fuerza y habilidad.

      Como casi todo en la vida, calidad le gana a cantidad.

      Saludos.

  3. Buen dia alex, me gustaria saber que tan eficiente es la dieta carnivora para crear masa, llevo año y medio realizandola y en ocasiones siento curiosidad de saber si una dieta alta en carbohidratos sera mejor para la creacion de masa y testosterona como algunos estudios indican.

    1. Jorge

      Cualquier dieta te puede servir para ganar masa siempre y cuando se cumplan 3 puntos:
      1. Entrenamiento de fuerza intenso
      2. Ingesta suficiente de proteína
      3. Superávit calorico

      La ventaja de la dieta carnívora, comparado con las otras, considero yo es la mas saludable, y debido a ser mas satisfaciente, también te ayudara a no consumir un exceso calorico demasiado grande – menor ganancia de grasa en el proceso.

      Solo recomendaría incluir carbohidratos si, tras por lo menos un mes de intentarlo, no puedas ganar peso porque no puede comer lo suficiente.

      Saludos.

  4. Hola Alex, primero muy buen articulo, he estado empezando con la dieta carnivora pero he tenido bastantes diarreas es algo normal?

    1. Santiago

      Correcto. Es completamente normal experimentar diarrea durante el periodo de adaptación a la dieta carnívora, esto por múltiples razones – cambio en flora intestinal, mayor cantidad de liquido en el intestino a falta de fibra, aumento en requerimiento de procesamiento de grasas y/o proteínas, etc.

      Lo importante es que te mantengas en una dieta totalmente carnívora por lo menos durante este periodo de transición que puede durar hasta 2 semanas. Ya veras que pasando esta etapa tu intestino comenzara a funcionar con regularidad y, de hecho, mejor que con tu dieta anterior.

      De no ser así, puedes agregar uno que otro vegetal, y retirarlos poco a poco, para hacer la adaptación un poco mas progresiva.

      Saludos.

  5. Felicitaciones por todo lo que publicas sonre la dieta carnivora. Excelente !!!! Llevo un mes realizando la dieta carnivora y he notado una mejoria en mi metabolismo. Lo que me sorprende es lo poco que se va de cuerpo con esta dieta, es eso normal?

      1. Me refiero a defecar, ahora voy dia de por medio y muy poco a comparacion de cuando comia frutas y vegetales. Te preguntaba si eso es normal en esta dieta o no.

  6. Aora mismo mi plan de comidas es sobre 400-500gr de rib eye con 3 huevos y otra comida de rib eye 400-500gr con 3 huevos y 30 gramos de higado,esta bien meter higado todos los dias sobre 30 gr o lo dejo solo para un dia de la semana?

    1. Diego

      Excelente.

      Cualquier opción esta bien.

      No hay mucha diferencia. Lo mas practico para ti.

      Saludos y éxito.

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