Cual Es La Mejor Forma De Ejercicio —Y Cual No Tanto

Si existe un elemento comunal en el sector de “Salud y Fitness” es el ejercicio. Donde los consejos de nutrición y suplementación difieren bastante, generalmente aquellos de ejercicio son similares con ciertas estipulaciones que veremos más adelante. No obstante, así como con la situación con la dieta y la nutrición, existe debate sobre cuál es la mejor forma de ejercicio, lo que hoy veremos.

Para ser más específicos, todo ejercicio es productivo dependiendo del objetivo, y es mejor hacer ejercicio, el que sea, en lugar de no hacer nada, pero si el objetivo principal es el de salud y fitness como tal, definitivamente existe un tipo que se destaca fácilmente por sobre los demás, y que hace al resto ver como opcionales en el mejor de los casos e inservibles en el peor—pérdida de tiempo.

Aclarando, por “tipos de ejercicio” me refiero más a aquellos realizados con la intención de trabajar el cuerpo y no tanto en cuanto a aquellos de esparcimiento como las artes marciales, el fútbol, el tenis, etc. Estos por supuesto pueden tener cabida en nuestra rutina, pero es mejor tratarlos desde su objetivo primordial, ya sea entretenimiento o maestría de la habilidad en cuestión, que como ejercicios para optimizar nuestra capacidad tanto física como funcional.

De estos tipos de ejercicio su mayor diferenciación reside en la intensidad, desde caminatas largas hasta levantamiento de potencia (“powerlifting”), y aunque varían en sus beneficios como en su tipo, desde tranquilo y relajante hasta intenso y estimulador, el decidir cual es el mejor tipo para ti dependerá de tus objetivos. Pero de nuevo, en esta ocasión nos centraremos en la meta principal de optimización de salud y estética corporal, no todo lo demás en lo que nos pudieran beneficiar. Bueno pues, siendo este el más popular, comencemos con el ejercicio cardiovascular—i.e. “cardio”.

 

Ejercicio cardiovascular

El ejercicio cardiovascular es la más común forma de ejercicio por 2 razones que son las únicas que parecen lógicas y prudentes: 1) su relativa facilidad y 2) ser el más recomendado por los doctores.

En cuanto al primer punto creo que esto es evidente. Entre más fácil sea el trabajo a realizar, más alta es la probabilidad de realizarlo, es simple naturaleza humana. Hablando del segundo, además de este ir atado con el primero—es más probable que la gente lo realice, también se muestra el dogma tan persistente en el área médica, así como la incapacidad de dar una recomendación que, así como puede poseer mayores beneficios, también puede tener mayores riesgos—ej., de lesión. 

Y si, el ejercicio cardiovascular, o “cardio”, es el que posee menos riesgos de lesión, pero también menos beneficios para el cuerpo comparado con el otro tipo que veremos, del cual, de hacerlo correctamente, con buena postura, resulta mejor en todos los aspectos hablando de bienestar general y funcionalidad, siempre aclarando que con “cardio” no me refiero a “HIIT” o “sprints” de un lado del espectro y caminatas largas del otro, sino a lo que se le conoce como tal, a ese punto medio de intensidad en el área “quema grasa” que tanto se recomienda. El “HIIT” y los “sprints” los colocaría más en la siguiente categoría, y las largas caminatas son solo parte del vivir, algo que toda persona debería hacer y que no benefician mucho al cuerpo tanto como lo hacen a la mente.

Argumentos de este tipo de entrenamiento vienen desde aumentar la eficiencia cardiaca hasta incrementar el gasto calórico. Pues bueno, hablando de eficiencia cardiaca, esta se trabaja mejor y más a mayor intensidad, por lo que el “cardio” tal cual, es decir, “ni tan intenso ni tan lento”, se queda en un punto medio en este respecto, así que ¿para qué hacerlo? Mejor subir la intensidad.

¿Y gastar más calorías para que? Digo, a menos que te guste mucho la comida y quieras poder comer más no le veo mucho razonamiento. Además, hay que considerar que al hacer esto, estás intercambiando efectivamente el placer de un momento por mínimo 30-60 minutos de tu preciado tiempo que bien podría ser invertido en materias más productivas, esto sin contar una potencial reducción de longevidad. Mejor no comas tanto, o tan seguido, y haz cosas mejores que “correr”.

Entonces, ¿si el “cardio” no es la panacea de la que todos hablan, “el santo grial de la salud”, que otro ejercicio podría serlo? Pues no puede ser otro que el entrenamiento de fuerza, por supuesto. 

 

Entrenamiento de fuerza

Ahora si, hablando de “panaceas” y “santos griales”, así como la carne lo es en la alimentación, en cuanto a ejercicio solo un tipo podría tomar esta denominación, y ese es el entrenamiento de fuerza.

Siguiendo la regla de priorización, en donde siempre existe un primario y un secundario, siendo el primario esencial y el secundario opcional, el entrenamiento de fuerza sería el primario, y por lo tanto, aquel indispensable para toda persona que pueda realizarlo, refiriéndome con esto a capacidad, no a “tiempo”—”querer es poder”; mientras que todos los demás quedarían relegados a la secundaria categoría, y por lo tanto descartables, esto hablando de materias de salud y fitness.

De este tipo se ramifican múltiples variantes que se diferencian mayormente en su intensidad, o lo que es lo mismo, cantidad de repeticiones por serie, pero si tuviera que elegir uno de estos, sin dudarlo elegiría el levantamiento de pesas. Esto, porque es más enfocado y seguro que variantes como el crossfit, por ejemplo; y trabaja mejor todos los músculos del cuerpo, particularmente el núcleo, el cuello y los trapecios—la triada de “músculos de poder”, que alternativas como la calistenia, la cual puede ser incluida en adición al levantamiento de pesas, y de hecho, es lo ideal.

Entonces, así como en el ejercicio en sí el entrenamiento de fuerza es lo primario, a su vez del entrenamiento de fuerza este sería el levantamiento de pesas, y ya los demás toman la posición secundaria, al poder resultar estos beneficiosos pero no ser indispensables, o al menos no al punto del levantamiento de pesas que, basado en un plan de entrenamiento bien formulado, trabaja todos los músculos de la manera más eficiente. Especial caso es de la calistenia, la cual puede resultar ideal en periodos de falta de acceso a pesas y/o de recuperación de una afección, al con este tipo de ejercicio tenerse mas control sobre la resistencia a ejercer y en donde quiere aplicarse esta.

 

La mejor forma de ejercicio

Ultimadamente, aunque unos tipos proveen argumentativamente mejores ventajas sobre otros, la mejor forma de ejercicio es la que haces, no la que no haces. Ya de allí, la mejor forma de ejercicio, la primaria, la esencial, es la del entrenamiento de fuerza, relegando a todas las demás, es decir, aquellas de naturaleza más “cardiovascular”/selectiva a posición secundaria, y por ende, opcional.

Definitivamente, es preferible realizar largas caminatas 2-4 veces por semana que no hacer nada, y lo mismo va para correr, surfear, o practicar cualquier otro deporte. Pero si tu intención es hacer ejercicio con la meta de maximizar tu potencial, particularmente en materias de bienestar y estética, en definitiva el entrenamiento de fuerza es el tipo de ejercicio que te dará un mayor retorno de inversión de tu tiempo, y si se realiza este de la manera eficiente, mucho mejor. 

Y pues ya si te puedes poner a elegir, de todas las modalidades posibles, el levantamiento de pesas es el óptimo, razón por la cual creó todo hombre que sea capaz físicamente de realizarlo debería practicarlo, no solo por los beneficios físicos evidentes, sino también aquellos de fortalecimiento mental, remarcablemente entre estos, la disciplina. Conclusivamente, no cabe duda, si tu meta es el empoderamiento de mente y cuerpo, la mejor forma de ejercicio es el levantamiento de pesas.

 

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