La maestría emocional es una de las habilidades más poderosas que una persona puede desarrollar. Y aunque existen múltiples métodos para lograrlo, uno de los mejores, o por lo menos esenciales, es sin duda alguna el de la integración de la sombra. Esto por varios motivos, pero principalmente por la labor de autoconocimiento que implica este procedimiento—el reconocer porque sentimos lo que sentimos.
Tal vez en alguna ocasión insultaste a un compañero del trabajo y desde ese punto la relación no ha sido la misma, o hasta fuiste despedido. Tal vez en alguna fiesta te sentiste disminuido por alguna persona e iniciaste una pelea de la cual saliste herido, o hasta dejaste a alguien mal-herido. Tal vez en una relación que tenías dijiste algo que realmente no creías e insulto a tu pareja, y como resultado dañaste la relación en el corto plazo, o hasta la perdiste por completo. Tal vez simplemente llevas una vida controlada por tus emociones en lugar de tú a ellas, sin dirección, y eso no te deja ser exitoso y/o feliz, o hasta te ha llevado a periodos de depresión. Todo esto puede evitarse con maestría emocional.
Un beneficio crucial que la maestría emocional te dará es en términos de conciencia, en donde serás más capaz de darte cuenta de lo que sucede a tu alrededor al no estar tan involucrado en tu mundo interior. Esto a su vez te brindara una mayor claridad mental y derivada creatividad para poder proveer de tu chispa personal al mundo, lo que has venido a hacer en esta existencia, tu destino. Creo que este beneficio va más allá del previo, del bienestar personal, porque mientras el otro incrementa tu habilidad de supervivencia, este último lo hace en términos de trascendencia, algo que va más allá de tu estadía en este plano terrenal.
Remarcablemente, las emociones, así como los pensamientos, ambos formando parte de tu mente, y tu mente del cuerpo, y tu cuerpo de la tierra, y la tierra de la materia, son cosas que no puedes controlar, al menos no directamente, por lo que, contrario a lo que muchas personas te digan, la maestría emocional no se alcanza mediante la supresión o evitación de las emociones, sino mediante su domesticación, mediante su integración. Más específicamente, mediante la integración de la sombra.
Que es la sombra
En términos sencillos según Carl Jung, “la sombra” son todos los aspectos inconscientes de nuestra personalidad que, derivadamente, aún no sabemos forman parte de nosotros, estos van desde la ira hasta la sexualidad y no se limitan a ningún tipo de impulso—positivo o negativo. La sombra existe mayormente debido a nuestra inclinación a la aceptación, a ser incluidos por los demás. Derivado de este objetivo, reprimimos las emociones y reacciones que pudieran no ser aceptadas o simplemente que no van alineadas con la persona que queremos desplegar, que queremos ser.
La sombra son todos los contenidos reprimidos en la psique que no queremos ver y no queremos saber que tenemos. Desde un simple miedo a las alturas hasta un desprecio por un sector de la población, basado solo en su raza o sexo, por ejemplo, la sombra es todo lo que poseemos pero por alguna razón rechazamos. Es de esta característica de la personalidad que las crisis mentales, la depresión, y hasta homicidios surgen, en donde un impulso es reprimido por tanto tiempo y con tanto énfasis, que un día logra desatarse con toda esta fuerza acumulada, a punto tal que nos creemos “poseídos”; derivando en justificaciones como ”no se lo que me paso” y “ese no era yo”.
Ciertamente la sombra no es broma, y su correcto manejo es una habilidad crucial a trabajar si se quiere tener una vida feliz y satisfactoria. Bueno, pues similar a cualquier otro ámbito de vida, para poder cambiar algo primero tiene que aceptarse el estado actual de la situación, la realidad que queremos modificar. Más específicamente, la sombra para poder controlarse, contrario al sentido común de tratar de reprimirla y evitarla, esta debe de ser aceptada, esta debe de poder integrarse.
Integración
La integración es parte crucial de la autorrealización. La integración no significa más que traer a la conciencia los contenidos inconscientes, reprimidos, de la psique. De esta forma, todo elemento suprimido y oculto de nuestra personalidad es traído a la luz, y por lo tanto reconocido como tal, como parte de nosotros. A partir de esta realización, esta parte de nosotros no saldrá a relucir de manera caótica “cuando no estemos viendo”, sino que, al estar nosotros conscientes ya de ella, podremos dejarla ser, o no, según nuestra conveniencia y en base a nuestras circunstancias.
Remarcablemente, aunque este es el caso generalmente, la sombra no significan aspectos “negativos” puramente,, sino que todo lo que no hemos reconocido como parte de nosotros, todo lo que reprimimos, que para alguien que suele ser egoísta y narcisista, podría ser altruismo y empatía, por ejemplo. La sombra son sólo los contenidos ocultos de nuestra mente que suelen apreciarse en momentos de cansancio o estrés, cuando la fuerza de voluntad está debilitada y es más difícil contener las fuerzas en nosotros que no queremos dejar salir pero que son parte de nosotros.
Un ejemplo excelente de esta dinámica, aunque ficticio, es el de Batman, quien en su ambición por “volverse la oscuridad” para de esta manera combatir “fuego contra fuego”, para infringir miedo en los criminales, él mismo perdió el miedo a su mayor miedo—los murciélagos. De esta manera, al aceptar su sombra, se volvió uno con ella—el hombre murciélago, lo cual le hizo más poderoso que el seguirla evitando y rechazando. La parte que más rechazaba, su miedo, se convirtió en parte de él, se integró. Y esto no es todo, sino que el guasón, su archienemigo, es la máxima representación de su sombra una vez ya convertido en Batman. Donde Batman es todo seriedad y busca el orden, el guasón es pura guasa y busca el caos. Es por ello que este par hacen tan buena dinámica, siendo totalmente opuestos, uno la sombra del otro, entre ellos se compensan—uno tiene lo que otro no.
Representación más evidente es el personaje de Tyler Durden en la película/novela “Fight club”. En esta obra, Tyler Durden, un individuo hipermasculino e independiente, todo lo contrario al actor principal, “el narrador”, quien es prisionero del mundo que le rodea, resulta ser (spoiler en breve) no otra persona, sino la sombra del narrador. A manera de poder escapar de la represión a la que ha sido sujeta durante toda la vida del hombre en cuestión, su mente ha creado un alter-ego que despliega todas las características y comportamientos que siempre han estado allí, queriendo salir, pero que han sido rechazados y suprimidos. Para quien ya conozca la historia (bien recomendada) esto no termina muy bien. Como es de esperarse, el ir de extremo a extremo resulta en extremos.
Es irónico como tratamos de evitar esta realidad aún y ante presencia de ella diariamente en todo lo que nos rodea, aún y ante conceptos ancestrales como el “Yin y yang”, “Adán y Eva”, “Dios y el diablo”, “Mente y cuerpo”, “Alma y ego”, etc. Todo concepto en el universo tiene su correspondiente opuesto, o más correctamente, su complemento, en donde, de no existir el par secundario—la ausencia— no podría distinguirse el primario—la presencia. De no haber oscuridad no podría apreciarse la luz, de no haber falsedad no podría reconocerse la verdad, de no haber feminidad no podría distinguirse la masculinidad, de no haber muerte no podría discernirse la vida.
En términos más prácticos, esta es la razón por la que es un gran error tratar de ser algo que no se es, tratar de ser como otros, como lo que supuestamente es “lo mejor”. Es por esto que no debes tratar de alcanzar la “superioridad”, ser “mejor” que los demás, sino la excelencia, ser tu mejor versión, basado en lo que eres, en lo que estás destinado a ser. La meta final no es convertirte en esto o el otro, sino volverte quien eres, realmente, completamente. Un paso crucial de este proceso siendo el de aprender a dejar de pretender, el aprender a dejar de rechazar lo que es.
Solo deja ir
No puede haber integración de la sombra, y con ello maestría emocional, hasta que puedas dejar de rechazarla, hasta que comiences a aceptarla, completamente. Hasta que puedas “dejarla ir”.
La sombra es creada, así como también toda emoción asociada, por cada vez que la rechazas, por no aceptarla. De no ser así no sería una sombra, sino, aunque talvez indeseada, parte de tu personalidad. Lo mismo sucede con las emociones, estas persisten o son emitidas de manera fugaz “cuando no se está viendo” porque se han estado reprimiendo, como un tigre enjaulado, con ganas de salir.
Bueno, pues tanto con la sombra como con las emociones, de hecho estas últimas derivadas de la primera, la única manera de disolverlas es mediante su completa aceptación. Sabiendo que están allí, dejándolas salir cuando así quieran, no necesariamente para actuar sobre ellas, pero si para experimentarlas y, al solo observarlas sin juzgarlas, mucho menos tratar de rechazarlas, dejarlas fluir, como un río acaudalado, como una tormenta tempestuosa, como un mar oleado, solo deja ir.
El punto es, no te cierres, a nada, especialmente una emoción. La mejor manera de dejar ir una emoción indeseada no es suprimirla o rechazarla, sino experimentarla, plenamente, sin miedos. De nuevo, esto no es lo mismo a expresarla, lo cual significa actuar basado en ella, mucho menos a alimentarla mediante pensamientos asociados con la misma emoción, al ser estos la fuente de la emoción, sino a solo sentirla en su totalidad, enfocadamente, con toda presencia, hasta esta su disipación y derivada eliminación. Siéntela, concéntrate, no hagas nada, experiméntala, déjala ir.
De esta manera, la emoción es como un caramelo, en el caso de una emoción negativa de sabor enchilado o agridulce, que se va reduciendo en tamaño conforme la sientes y experimentas, de manera que, a menos que sumes otro “caramelo” de similar sensación a la ecuación—ej., escuchar música relacionada con la emoción, llega un punto en que esta se agota y desaparece totalmente.
Entre más practiques esto, entre más se convierta en un hábito, mayor será tu reconocimiento de tus impulsos reprimidos, y por lo tanto la integración de estos en tu personalidad, en lugar de ser percibido como algo separado, pasando así a ser parte de ti en lugar de una sombra de lo que eres. Derivadamente, este reconocimiento te dará el poder para discernir y determinar lo que quieres mostrar a los demás, pero de manera consciente y sin represión de nada que, contrario al querer controlarlo con razón—supresión, es la forma más sustentable y saludable de maestría emocional.
Ultimadamente, esta es la forma de integrar tu sombra, esta es la manera de alcanzar la maestría emocional, esta es la manera de convertirte en quien eres. Solo acéptate, completamente. Deja ir.
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4 comentarios en «Como Alcanzar La Maestría Emocional Mediante La Integración De La Sombra»
Maestría emocional es lo que busco ahora.
No se como paso, pero tecnicamente me gustaria poder tener algo con mi ex compañera de trabajo. Ella tiene 24 yo 28.
Pero en ese trabajo SIGO teniendo muchos amig@s, cuando trabajaba ahi era como que sentia que ALGO podia pasar, pero debido a que prefiero los romances afuera no hice nada. No se si se enfrio pero la vez pasada le dije que alguien queria que nosotros andemos y ella me respondio » no le dijiste que yo soy como tu hermanita?».
Me dejo totalmente desconcertado eso, seria una perdida de tiempo intentar que pase algo? decirle que me gusta como mujer?? o tecnicamente estos casos son una perdida de tiempo
Que opinas???
Puede o no serlo Braulio, desconozco todo el contexto.
Sin embargo no creo que sea necesario que le pidas permiso, ni que «le cuentes lo que esta pasando», solo hazlo.
Invítala, acércate a ella, etc. Si te rechaza o no ya sabrás la respuesta. Como dicen: «en el medio esta el mensaje».
Saludos y éxito.
Cual es la diferencia entre «personalidad y carácter»?
Yo quiero ser una especie de Harvey Specter (solo pongo un ejemplo ultra inflado), un hacedor, un tipo que hace que sucendan las cosas, alguien fuerte, atractivo, se supone que eso es el concepto de un hombre «exitoso y fuerte».
En mi caso soy muy :
– Compasivo, bueno (esto no me gusta mucho por que siento que soy debil asi)
– Integro
Siento que mi personalidad no es tampoco atractiva para el sexo opuesto, siento que son «otros » los que se llevan el «oro», y siento que puedo mejorar. No se si mi «estilo» no esta acorde o si simplemente teng «miedo»
+Me gustaria poder tener mejores parejas
+Una personalidad mas fuerte
Leonardo
Personalidad es algo biológico e incambiable.
Carácter es la combinación de tus valores y personalidad.
Mi filosofía es que nadie debería aspirar a ser algo que no es, si no a ser la mejor versión de si mismo.
En cuanto atracción al sexo opuesto en materias de comportamiento, para atraer a la mayoría de las mujeres, lo único que necesitas a ser es desplegar tu masculinidad con seguridad – de ser alguien naturalmente masculino.
En cualquier caso, lo mejor es que seas realmente tu mismo. De otra manera atraerás a mujeres que no están alineadas contigo y alejaras a aquellas que si lo estarían, y que por lo tanto serias mas feliz estando con ellas en una relacion larga.
Ultimadamente aspira a ser tu mejor versión, no la mejor versión de alguien mas.
Saludos y éxito.
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