Vivimos en una sociedad de extrema comodidad y facilidad. Cuestiones que a veces soliamos experimentar de manera fortuita en el pasado, ahora solemos experimentarlas todos los dias, aveces múltiples veces diariamente. Este es el caso de la dopamina. Esta es la razón de nuestra reciente adicción a la dopamina colectiva.
Ahora, podemos conseguir casi todo lo que queramos desde la palma de nuestra mano. Desde alimento hasta relaciones sexuales, algo que era imposible de realizar por la mayor parte de la historia de la humanidad. Esto ha sido por supuesto, gracias a la bendita tecnología, sin embargo “un gran poder implica una gran responsabilidad,” por lo que ante esta fantástica nueva “habilidad,” necesitamos aplicar la misma intensidad en medidas de control que se opongan, esto para evitar identificarnos con esta nueva realidad, para evitar la adicción a la dopamina.
Esta situación es algo altamente reciente y, de hecho, traída mayormente por la creación del internet, cuyo tuvo nacimiento apenas hace unas décadas. No obstante, como toda problemática vista en este sitio, ciertamente la explicaremos a detalle para conocer la causa detrás de su impacto negativo, pero no sin dar una solución viable para combatirla al final. Y todo comienza con nuestra función cerebral.
La dopamina y tu cerebro
Centralmente, la dopamina es un neurotransmisor asociado con la anticipación, cuyo nos ha impulsado a la búsqueda del logro durante toda nuestra evolución como método de fomentacion de nuestra supervivencia y/o reproducción, en otras palabras nuestra conservación como especie.
Este químico catecolaminico, es el responsable de que te “sientas bien” tras superar un obstáculo o alcanzar algo buscado. En tiempos anteriores, era liberado tras una caza exitosa o el tener sexo con una mujer de buen nivel. No obstante, hoy en día puede ser liberado por varias cosas que no requieren ningún esfuerzo, lo que, similar a la insulina que causa diabetes al ser sobre-producida, su liberación frecuente nos desensibiliza de sus efectos y, por ende, nos aparta de las situaciones que requieren más esfuerzo—”ya no valen la pena.”
Vivimos en la época de la caída del hombre débil, y esto no es por pura casualidad. El hombre actual, para obtener su dosis necesaria de dopamina diaria, y en la mayoría de los casos, un poco más, ya no se tiene que esforzar. Para comer ya no tiene que ir a cazar—tiene apps de entrega de comida a domicilio en su teléfono celular, para tener “sexo” ya no tiene que salir siquiera a hablar con mujeres, y mucho menos tener que convertirse en alguien valioso con la capacidad de atraerlas—tiene pornografía; para lograr algo con su vida no tiene que esforzarse ni enfrentarse a un riesgo de verdad—tiene videojuegos, para obtener “aceptación social” no tiene porque siquiera conocer a los demas de quienes quiere sentirse aprobado—tiene los “likes” de las redes sociales.
Y no solo eso. Tanto alcohol, tabaco, azúcar y demás drogas funcionan y las disfrutamos gracias a que también estimulan la liberación de dopamina. Es mucho más fácil fumarnos un cigarro al “estar estresados,” tomarnos unos tragos de licor para “relajarnos,” o comernos un pedazo de pastel al final del dia/semana porque “nos lo merecemos.” Como si nuestros problemas contemporáneos fueran realmente tan grandes como nuestra percepciones nos hacen distorsionarlos. Y aunque fueran de “vida o muerte,” la respuesta jamás será el tratar de evitarlos con estupefacientes—seguirán presentes, sino tomarlos de frente—solucionarlos o aceptarlos.
En otras palabras, la maravilla de las drogas y la tecnologia y, más recientemente del internet, nos han convertido en una de las sociedades más acomodadas y débiles de toda la historia. Esto sin contar también, en una de las sociedades categóricamente más deprimidas y sin sentido de vida, y mejor ni hablemos de valores y filosofía de vida. A fin de cuentas, ¿cuál es la finalidad de una vida en la que todo lo que todo lo que pudieras desear ya se te ha dado o está al alcance de la mano—literalmente? En otras términos, ¿cual es el propósito de una vida sin significado?
Por supuesto, nadie preferiría tener que salir a cazar todos los días en lugar de pedir comida desde casa, pero estrategias tienen que ponerse en pie para evitar perder la noción de la realidad por siempre que nos brinda esta extrema facilidad, y con ello, nuestra fuerza física y mental. Rutinas deben ser implementadas que mantengan nuestra asociación en el cerebro de que no puede haber recompensa sin esfuerzo y, de hecho, que nos recuerden que la vida misma está basada en esto.
Con esto me refiero a que debemos alejarnos de los “no esenciales” que estimulan nuestro sistema de recompensa, para poder apreciarlo cuando este sea activado en la mayor medida posible sin afectar demasiado nuestro estilo de vida. Claro que no es necesario que vayamos a cazar en lugar de ir a la carnicería, a fin de cuentas ya trabajamos para obtener el dinero con el compraremos nuestro alimento, pero hay otras cosas que definitivamente debemos limitar.
Dejemos los videojuegos y mejor tengamos los triunfos en vida. Dejemos la pornografía y mejor tengamos relaciones sexuales de verdad. Dejemos las redes sociales y tengamos interacciones sociales con personas en la realidad. Si no pueden ser eliminados este tipo de comportamientos inservibles de manera permanente de nuestras vidas, por lo menos debe hacerse periódicamente. Más importante, desde la primera vez que lo hagas, con la intención de que sea temporalmente, probablemente te convencerás de los beneficios potenciales de hacerlo permanentemente.
Ayuno de dopamina
Nunca he sido alguien de “términos medios,” y mucho menos al implementar soluciones de extrema necesidad—¿para que esperar? O es un total “sí” o es un completo “no.” Si se hará algo debe hacerse plenamente, y no titubeando—sino mejor ni hacerlo. Nassim Taleb le llama la “estrategia de la barra,” yo le llamo maximización de enfoque y optimización de recursos.
Es mejor entrenar intensamente y/o caminar, en lugar de ejercitarse “medianamente.” Es mejor ayunar y comer hasta saciarse, en lugar de comer múltiples veces al día en base a “porciones”—¿y quien determina lo que es una porción “correcta” de cualquier manera?, es mejor el enfocarse en hacer una sola cosa a la vez , en lugar de tratar ser “multi-tareas”—algo imposible de realizar para el cerebro humano en primer lugar (fuente, fuente, fuente, fuente), es mejor el estar parado o acostado en lugar de estar sentado. Irónicamente, esta estrategia, el “si o no,” resulta mucho más fácil y efectiva que la “moderación”—es más fácil el evitar un hábito perjudicial por completo que el tratar de “moderarse,” por ejemplo.
¿De qué se trata? El ayuno total de dopamina significa, similar al evitar la pornográfica, y de hecho parte de esta estrategia—aunque es algo que ya deberías estar haciendo en primer lugar, abstenerse de todo estimulador mayor de este neurotransmisor por cierto tiempo. Esto significa:
- No redes sociales, mensajes de texto, videojuegos, o Netflix—idealmente no internet.
- No estupefacientes: marihuana, alcohol, tabaco, etc.—que no deberías estar consumiendo de manera regular en primer lugar.
- No azúcar ni alimentos que combinen grasas e hidratos—idealmente ayunar.
- No pornografía ni masturbación—de nuevo, debería no tener que decirlo.
¿Por cuánto tiempo? Similar al ayuno de alimento, puede ser desde 4-8 horas cada 1-2 dias, hasta 1-2 semanas cada 1-6 meses, o una combinación de múltiples esquemas dentro de estos rangos. No obstante, contrario al ayuno de alimento, no existe un límite de tiempo—“entre más mejor,” esto porque entre más permanezcas sin “flashazos” de dopamina fácilmente-accesibles, más serás capaz de apreciar aquellos que tienen un significado relevante detrás, como el entrenar con pesas, seducir mujeres atractivas cara a cara—sin apps, practicar tu instrumento/deporte favorito, y trabajar en tu misión de vida. En otras palabras, cambiaras tu perspectiva de buscar recompensas instantáneas a preferir aquellas con satisfacción de larga duración. Pero lo importante es hacerlo—si solo te sientes capaz de hacerlo un día cada mes esta bien, mientras lo hagas.
¿Qué sí puedes hacer? Caminar, meditar, ejercitarte, escribir, leer, cocinar—un buen bistec por supuesto, socializar, practicar un deporte, aprender un instrumento, crear arte, tener sexo, etc. Posiblemente también trabajar, pero tendría que ser en algo que no requiera de tu computadora o teléfono—algo casi imposible en esta era de “trabajadores del conocimiento”—o que seas capaz de realizarlo sin conexión a internet. En otras palabras, lo que sí puedes hacer durante el ayuno de dopamina, es simplemente vivir la vida de manera alineada con tu biología—en el mundo real.
¿Cuales son los beneficios? El ayuno de dopamina hará romper el ciclo de adicción en el cual cada vez necesitas más estimulación regular para sentirte con vida. Ahora el enfocarte por largos períodos de tiempo en una actividad productiva no poseerá mayor dificultad, ya que tu capacidad de atención se ampliará. Ahora tu ansiedad será una cosa del pasado, ya que no estarás esperando todo el dia por tu siguiente dosis de dopamina. Ahora tu vida retomara la tranquilidad y dirección que siempre has tenido las ganas de experimentar. Ahora tomarás el control de tu vida, en lugar de que la vida te controle a ti—acción en lugar de reacción.
Este ayuno de estimulación rápida cortara de tajo tu adicción a la dopamina mediante múltiples maneras:
- Reforzando tu preferencia por la disciplina—disciplina es libertad.
- Ampliando tu zona de comodidad—volviéndote más cómodo con la incomodidad.
- Incrementando tu maestría emocional—mente sobre materia.
- Regresandote al camino de la buena vida—superación es la mayor satisfacción.
- Expandiendo tu habilidad de enfoque—manteniendote en el momento presente.
En resumen, volverás a la vida—a las cosas que más vale experimentar en la vida. En lugar de jugar otro videojuego crearas un negocio o aprenderás un nuevo deporte, lenguaje, o instrumento. En lugar de ver pornografía saldrás con mujeres atractivas o canalizaras esa energía vital en actividades productivas y mejora personal. En lugar de pasártela en las redes sociales preferirás leer un buen libro que te ayude a mejorar en algún área de vida—como la corporal, por ejemplo. Comparado con el resto de las personas aun adictas a la dopamina, te volverás imparable.
Limitación de redes sociales
Similar al ayuno intermitente de alimento, en cuyo que te prives de toda comida por ciertos momentos, no significa que puedas comer chatarra el resto del tiempo. Lo mismo sucede con la dopamina. Que te prives de la dopamina totalmente periódicamente no significa que puedas regresar a tu vida desenfrenada anterior. “Basura entra, basura sale.” Aun y con los “ayunos intermitentes” de dopamina en pie, lo mejor es regular la estimulación de dopamina todos los días.
Lo ideal, y mi preferencia particular, es eliminar todo uso de redes sociales personales—solo el uso para negocios permitido, pero estoy consciente que esto no es posible o algo preferido para todos—es “mucho pedir.” Considerando esto, la segunda mejor opción, es su limitación.
Por limitación me refiero a usarlas en diferentes puntos del día, idealmente pre-planeados, y por un tiempo inamovible predeterminado. En la práctica, esto se traduciría a revisar tus redes sociales 1-4 veces al dia, por 5-30 min por vez, por ejemplo—y si, esto incluye mensajes de texto. Una buena manera de recordar esto, y lo que en mi caso he estado haciendo, es revisar el teléfono después de cada alimento. Así, lo harás de manera automática, y en el momento potencialmente menos productivo del día—después de comer. El resto del tiempo, simplemente vive la vida.
Esto, además de incrementar tu productividad y disfrute de la vida en general, evitará el recaer en el ciclo de adicción a la dopamina (estudio). De hecho, este tipo de restricciones ya se han implementado legalmente en china en el caso de los videojuegos por las mismas razones descritas (fuente). Simplemente los videojuegos y redes sociales nos están robando nuestro precioso tiempo con el pasar de los días—el recurso más valioso que tenemos como individuos y sociedad.
Personalmente, y muy probablemente por mi inclinación natural a la seclusión, no solo suelo limitar el acceso a redes sociales durante ciertos periodos del día, sino el acceso en general de otra gente hacia mi persona, ya sea apagando mi teléfono móvil o poniéndolo en “modo avión.” Esto, por la simple razón de que, además de obtener una superior concentración, no me parece correcto que otra gente tenga control sobre mi tiempo—lo más valioso que tenemos. El que sea algo realmente urgente por lo que me quieran contactar cae en el 2%—casi imposible de pasar, por lo que puedo aceptar este “margen de error” siempre y cuando obtenga el control, enfoque y tranquilidad que quiero.
Ciertamente, a menos que tu trabajo te requiera de mantener siempre tu teléfono encendido o estar “conectado”—algo que sería bueno arreglar/negociar, te recomiendo hacer lo mismo o, por lo menos, probarlo y ver como te va. De una vez te adelanto, notaras una gran incremento en tranquilidad y productividad—y evitaras las llamadas indeseadas de televendedores. En la práctica, simplemente consiste en mantener tu teléfono móvil apagado o en “modo avión” todo el tiempo, a excepción de las 1-4 veces al día pre-planeadas en las que “te pondrás al día” con el mundo digital.
El poder de la gratificación retrasada
La adicción a la dopamina fácilmente accesible es simplemente la diferencia entre éxito y mediocridad, satisfacción y depresión, por múltiples razones, pero siendo la principal que esto simboliza, o nos inclina a, una preferencia por la gratificación instantánea sobre la satisfacción duradera—el completo opuesto del arquetipo del guerrero.
Esta disparidad la podemos ver en el famoso experimento del malvavisco, cuyo comprueba la magia de la gratificación retrasada, y como algunas personas no tiene la capacidad de disfrutarla. En este estudio publicado en 1972, se tuvieron varios niños de entre 4-5 años, a cuyos se les encerró en un cuarto aislado y se les dio la opción de comerse un malvavisco ahora mismo, o esperarse a que el investigador volviera con otro y obtener, en lugar de un solo malvavisco—él ya en mano, 2 malvaviscos. El investigador se retiró por 15 min y regreso a observar la decisión.
Como esperaras con un niño de esta edad, y realmente con cualquier persona de la población en general—sino no estaría escribiendo esto, las reacciones fueron variadas. Ciertos niños se comieron el malvavisco en cuanto el investigador salió del cuarto, otros batallaron y dudaron por un tiempo, pero últimadamente se lo comieron—privándose así del 2do malvavisco, y otros pocos resistieron la gratificación instantánea y terminaron con 2 malvaviscos al regreso del investigador.
Tan interesante como este experimento en sí pudiera resultar, lo más importante fue lo que sucedió en los años venideros, en los cuales se observó que, como los niños respondieron a este experimento también lo hicieron en la vida. De hecho, los científicos siguieron la vida de estos niños por más de cuarenta años más, y de allí obtuvieron los más sorprendentes resultados cuyos demuestran el poder de gratificación retrasada en su máxima expresión (estudio, estudio, estudio).
Los niños que fueron capaces de retrasar la gratificación en el experimento al esperarse exitosamente por el segundo malvavisco, fueron también los que tuvieron mejores calificaciones en la escuela, menores índices de abuso de sustancias, menor probabilidad de obesidad, mejor respuesta al estrés, mejores habilidades sociales de acuerdo a sus padres y, en general, mejores puntuaciones en múltiples áreas de vida. En otros términos, fueron los ganadores comparados con el resto. Su capacidad para retrasar la gratificación fue una alta responsable de su posterior éxito.
El éxito generalmente se reduce a elegir la incomodidad de la disciplina sobre la comodidad de la distracción. Y de eso se trata exactamente la gratificación retrasada. De aquí se deriva la importancia de la disciplina—y la libertad por ella provista. Esto es lo que significa seguir el camino del guerrero. Y, por cierto, este es el mayor aprendizaje que podemos tomar de este experimento: aquel que puede retrasar la gratificación, que se ha vuelto cómodo con la incomodidad requerida para alcanzar el éxito, es quien gana al final.
Piénsalo. Es mucho mejor leer un libro que ponerte a ver un sin número de vídeos en youtube sobre el tema. Si, es más “cómodo” ver vídeos en lugar de leer, pero no, no es lo mejor, ni en cuanto a la eficiencia de aprendizaje ni con respecto a tu adicción a la dopamina, o por lo menos no en cuanto a los vídeos cortos que te tienen viendo uno tras otro. Si, es menos estimulante leer un artículo interesante (como este) o escuchar un podcast relevante (en base a tus metas actuales) que ver un post tras otro en redes sociales sin propósito—Instagram, facebook, twitter, etc., ¿pero que te proporcionará mayor aprendizaje a largo plazo y, más importante, te ayudará a superarte?
Siempre pregúntate, ¿porque estoy haciendo esto? No es necesario que todo lo que hagas tenga un objetivo productivo—regla 80/20, pero tampoco trates de engañarte, acéptalo, y sigue adelante: “estoy viendo videos en youtube no tanto para aprender algo, sino para relajarme,” “estoy revisando mis redes sociales para ponerme contacto o simplemente para entretenerme—no tengo algo mejor que hacer con estos 5-10 min de espera,” “estoy viendo esta película/serie para divertirme, no necesariamente para obtener alguna moraleja o revelación.” Es mejor mantener las cosas transparentes que el tratar de autoengañarnos. En palabras de Cristo: “la verdad te liberará.”
La verdad podrá no ser lo más cognitivamente conveniente o placentera, pero siempre será lo mejor obtenerla y mantenerla, esto por lo menos si lo que quieres es planear y trabajar en base a la realidad, y no de acuerdo a pre-condicionamientos e ilusiones que no te dejarán alcanzar tus objetivos debido a no estar alineado con la verdad en primer lugar. Simplemente, ¿como puedes cambiar algo que no sabes que está allí? ¿Como puedes arreglar algo que no sabes está quebrado? Vive tu vida basado en la verdad y recompensas verdaderas es lo que obtendrás. Vive tu destino.
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6 comentarios en «Cómo La Adicción A La Dopamina Está Destruyendo Tu Vida—Y Cómo Evitarlo»
Excelente como siempre Alex. Con cada artículo te superás un poco más.
Por favor no dejes de subir este tipo de contenido, tan necesario en un contexto caótico, débil, sensible, y cómodo como el actual.
Un placer leerte campeón.
Abrazo grande
Gracias Gabriel.
Hermoso!
Espero alguna nota sobre relaciones amorosas y/o el hombre en ese aspecto
Gracias Manu.
Muy instructivo. Ojalá mucha gente vea este artículo, y el video de «El experimento malvavisco»
Gracias Ramon.
Asi es, entre mas gente conozca esta informacion mejor.
Saludos y exito.
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