Aunque podemos vivir perpetuamente felices con solo cubrir nuestras necesidades más básicas e instintivas, es nuestra necesidad de sobresalir, crecer, y compartir que hace de nuestra vida una experiencia altamente remunerativa.
Es debido a esto que el complacer tu impulso vital de expansión—tu “voluntad de poder”, es extremadamente importante para obtener de tu vida la mayor satisfacción.
Pero, aunque ciertamente en múltiples rubros nuestras ambiciones tienen una apariencia similar, no todos queremos lo mismo, y el determinar que es lo que tú quieres de manera particular, es algo que no puede esperar y que cuanto antes debes determinar si una vida emocionante, sobresaliente, y gratificante quieres experimentar—una vida para recordar.
Eh aquí la complicada tarea… ¿Como saber lo que quieres realmente? Y de igual o inclusive mayor importancia, ¿cómo obtenerlo?
Bueno pues, vayamos a ello…
Como saber lo que quieres realmente
Centralmente, existen 2 razones primarias para querer obtener/alcanzar algo.
- Aprobación social—incluyendo la familiar.
- Para satisfacer una necesidad física o mental individual real.
Aprobación social
Quieres conseguir algo para ser querido, aprobado, y/o admirado por los demás, no porque realmente sea algo que quieras.
A la aprobación social, también se le conoce como condicionamiento social.
Tú crees que quieres algo porque tu familia, amigos, medios de comunicación masiva y, en general, cualquier individuo externo de la sociedad, te lo han vendido así, a tal punto que te has convencido de que ese es tu verdadero deseo. Desgraciadamente, realmente esto no es cierto, y el seguir las indicaciones de otra gente solo puede llevar a la frustración, desperdicio de tiempo, y desesperación.
Fundamentalmente, las necesidades originadas por esta razón—aprobación social, son las que son, en la vasta mayoría de las ocasiones, mejor ignorar.
Necesidad real
Necesitas hacer u obtener algo porque sientes el verdadero deseo que nace desde adentro. No es por aprobación social, sino porque, por una extraña razón, quieres hacer u obtener eso que no te deja permanecer en paz. Es un fuego interno que te quema las entrañas y te pone en acción cada mañana.
Las necesidades que nacen de la razón o del corazón—de tu propia creación, en drástica comparación con aquellas motivadas por una externa asociación—cualquier otro individuo y/o su aprobación, son las que debes de perseguir con inamovible determinación.
Como reconocer y obtener el objeto de tu real deseo
“El valor de un hombre no es mayor al de sus ambiciones”
—Marco Aurelio
Para reconocer y obtener el objeto real de tu deseo, los pasos definidos a continuación pueden servirte de guía.
Vuélvete verdaderamente independiente
Vuélvete verdaderamente independiente, tanto física como mentalmente.
Identifica los pseudo-deseos que tienes, que no son realmente tuyos, sino derivados de tu pre-condicionamiento sociocultural.
No te preguntes “como te verás” al haber obtenido algo, o si “los demás te admiraran” por lo que posees o alcanzaste. Mejor pregúntate ¿al mirarme en el espejo, me sentiré orgulloso de lo que planeo realizar o eh hecho? Esa es la mayor métrica del éxito—que tan orgulloso estas de ti mismo y el camino que has escogido.
Una vez hayas reflexionado sobre tus anhelos de esta manera, podrás con certeza reconocer cuales nacen de tu innata naturaleza y, por ende, seleccionar aquellos que nacen desde un lugar de total independencia.
Centralmente, lo que tú piensas sobre ti mismo es lo más importante.
Si no lo sientes como una necesidad probablemente no sea real
Si no sientes un impulso incesante, que te arde en el estómago por hacer lo que sea necesario para alcanzar algo, probablemente no lo quieras tanto como piensas.
De hecho, esta es una de las razones principales por las que creo, al igual que Nassim Taleb, que la dilación es un mecanismo natural evolutivo exquisitamente selectivo de economía de recursos.
Si estas evitando hacer algo, probablemente el objetivo que quieres alcanzar al desempeñar dicha actividad no es un deseo real, no es tan urgente, o simplemente los recursos necesarios para obtenerlo—esfuerzo, dinero, tiempo, etc.—te parecen mayores a la posible recompensa.
Solamente ponte a pensar en tus necesidades más primitivas y si te aventurarías a procrastinar y no solventarlas:
¿No saldrías a cazar a pesar de no tener ganas ni de caminar, cuando sabes que, si no lo haces, puedes morirte de hambre?
¿Qué harías si estas expuesto a un clima extremadamente frío? ¿No enfocarías todo tu poder físico y mental con la finalidad de encontrar refugio?
¿Cuándo sientes un gran impulso sexual y no lo puedes liberar fácilmente? ¿Dejarías escapar la oportunidad de acercarte a una mujer desconocida atractiva e interactuar con ella con la finalidad de aparearte?
Ves a donde quiero llegar…
Es por esto mismo por lo que el ayuno intermitente, la exposición al frío, el retener tu energía sexual y, en general, el aprender a estar cómodo con la incomodidad son excelentes formas de practicar el estoicismo y fortalecer tu fuerza de voluntad—racionalidad sobre emocionalidad.
El deseo por satisfacer estas necesidades instintivas es tal, que necesitas desplegar una buena cantidad de autodominio mental para aguantarte y contrarrestar el impulso animal pulsante.
O es un “Definitivamente SI”, o un “Definitivamente NO”, nada en medio.
O es un “Definitivamente SI”, o un “Definitivamente NO”. Si no estás seguro de que quieres hacerlo, mejor no lo hagas.
El deseo real es lo que hace la diferencia entre algo que “crees que deberías hacer” y algo que “sabes que tienes que hacer”.
La necesidad real nace de un sentimiento que te quema la barriga. La necesidad inculcada nace de un pensamiento de procedencia educativa.
La necesidad real proviene enteramente de tu estado interior. La necesidad infundida proviene principalmente de tu mundo exterior.
Tú sabes automáticamente cual es cual, la respuesta, irónicamente, está en dejar de pensar. Siente la respuesta, no pienses en ella. Si necesitas más de 1 razón para decidirte en algo, esa no es la decisión correcta.
No obstante, es importante no confundir la falta del deseo con el miedo. Si el resultado de la actividad que quieres realizar es algo que realmente quieres culminar, pero te da miedo que puedas fallar, entonces, con mayor razón, tienes que hacerlo.
El miedo de fallar es, de hecho, una indicación de tu cuerpo de que lo que quieres alcanzar es tan importante para ti, que él fracasar es algo que no quieres experimentar. Sin embargo, la única manera de comprobar y, al mismo tiempo, potenciar tu capacidad de independencia, fortaleza mental, y autoconfianza, es realizándolo. Lo cual, me lleva al siguiente punto…
No te enfoques en el resultado, enfócate en el proceso
Lo importante es que lo intentes con todo lo que tengas. Sin vacilación, sin dejar opciones abiertas, sin abstinencia de acción.
Obtengas lo que te propusiste o no, el saber que lo diste todo, es lo que te dejara dormir tranquilamente por las noches.
Recuerda que lo único que podemos controlar son nuestros pensamientos, decisiones, y acciones, todo lo demás es algo que esta fuera de nuestro dominio y, que nos conviene mejor aceptar plenamente como muy bien ha descifrado el estoicismo.
¿Qué es lo que quieres hacer—no tener?, es la pregunta que te tienes que hacer si el camino que debes seguir para ser feliz quieres correctamente definir.
Lo que sea necesario…
“Sin un propósito, nada debe llevarse a cabo.”
—Marco Aurelio
Este punto podrá inicialmente parecerte contradictorio al anterior, pero como en corto veremos, no lo es.
Una cosa es enfocarte en el proceso para obtener el mayor enfoque, concentración, y perpetua satisfacción, y otra cosa muy diferente es dejarte llevar por la corriente y perder de vista el fin que tienes en mente.
Si la meta es la indicada—fue por ti realmente engendrada, ‘’lo que sea necesario” es la suprema afirmación que debes asociar con tu camino de acción para poder llevar el objeto de tu motivación de la visualización a la realización.
Al momento de la planeación, no pienses en si “te gusta” lo que tendrás que hacer para plasmar en la realidad la meta que has originado en tu imaginación. No trates de obtener motivación de “tu pasión”, sino de la obsesión por tu objetivo y su persecución.
En cuanto a “la moral”, es decir, el posible conflicto entre tu accionar y su posible relación con “el bien el mal”, no hay mejor guía en cuanto a esta sinergia que la transmitida en el aforismo del afamado Nietzsche:
“Aquello que es hecho por amor siempre toma lugar mas allá del bien y el mal.”
—Friedrich Nietzsche
Conclusión
El éxito es definido por lo que haces, no por lo que tienes, y este debe ser definido totalmente por ti mismo—no individuos externos.
Una vez puedas hacer lo que quieras, cuando quieras, y como quieras—por lo menos la mayor parte del tiempo, puedes considerarte como alguien exitoso.
Aprovecha la vida tanto como puedas—lo que sea que para ti esto signifique—que solo una es la que se te ha dado y no sabes que tan corta o larga esta sea.
No hagas las cosas para ser “recordado” sino para dejar un legado, que, en tus últimos momentos, te haga sentirte por ti mismo admirado. A final de cuentas, lo mas probable es que en 3 generaciones o menos seas totalmente olvidado, así que sirve preocuparse por lo que los demás pensaran—además ni siquiera estarás presente para recibir sus inservibles halagos.
Ultimadamente, la mayor métrica del éxito es esta: ¿Cuándo te miras en el espejo te sientes orgulloso del hombre mostrado en el reflejo?
Guía tu vida por este precepto y serás feliz en todo momento.
En cuanto a como obtener lo que te has propuesto: solo haz lo que sabes que tienes que hacer.
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2 comentarios en «Como Saber Lo Que Quieres Realmente—Y Como Obtenerlo»
Que pasaría si te dijese que no se que rumbo tomar profesionalmente. Termine la carrera de Ing. sistemas pero base mi experiencias en cargos comerciales, nunca me dedique a mi carrera porque siento que nadie lo valora, que son explotados, entonces iba decepcionandome de la misma. Los de comercial veo que son mas extrovertidos, ganan mejor dinero y estan en la «jungla». Son los gerentes, los administradores de los negocios mientras que los de mi carrera somos los que estamos haciendo algo que nadie entiende ni valora. Eso me decepciono bastante, hoy con 28 años no se lo que quiero.
Creo que quiero seguir algo mas comercial, pero es dificil saber si lo hago porque lo que los demas piensan o no.
Jonas
Todos hemos pasado por ese tipo de dudas y, en ocasiones, seguimos pasando.
Haz lo mejor que puedas con lo que se te presenta. Sigue experimentando, sigue probando, hasta que encuentres tu respuesta.
Ante todo jamas te des por vencido. Si no estas contento con donde estas, sigue buscando el camino.
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